'Cada siete olas', ¿qué fue de Leo y Emmi?
Querido señor Glattauer,
creo sinceramente que debería habernos dejado sin saber qué pasaba con Leo y Emmi. Creo que debería habernos regalado la capacidad de imaginar qué ocurría con ellos, con su historia de amor, con sus ganas y desganas de conocerse, con sus dudas, con sus ilusiones, con sus recuerdos. Creo que debería habernos permitido soñar lo que quisiéramos con ellos. Pensar que no podían olvidarse y que al final nada les impide estar juntos como llevan dos años soñando o creer que el silencio es el olvido eterno y que nunca jamás sus vidas volverán a cruzarse. Pero en lugar de eso, señor Glattauer, nos castiga con 'Cada siete olas'. Se aprovecha de la curiosidad humana que sabe que nos llevará directos de la última página de 'Contra el viento del norte' a la primera de su continuación. Una continuación que desmerece su inicio. Una continuación en la que unos Leo y Emmi superados por la situación, enfrentados a la seguridad de que no se van a olvidar el uno del otro, deben ponerse serios y pensar qué hacer. Y ahí está el error, señor Glattauer, esos sentimientos desbordan el papel, se ahogan en los mails, explotan y salpican las páginas. Todo el pastel que tuvo el buen gusto de obviarnos en 'Contra el viento del norte' lo descarga en esta segunda parte, en la que se echa mucho de menos la ironía y el sarcasmo, el dolor y la rabia y la frustración que destilan todas y cada una de las palabras que se escriben Leo y Emmi.
Querido señor Glattauer, no sé qué le animó a escribir 'Cada siete olas'. ¿La gente quería saber qué pasaba con Leo y Emmi? ¿Necesitaba contarlo? ¿Pensaba en su bolsillo cuando decidió ponerse con los mensajes del servidor del sistema de Leo? Sea lo que sea, lamento profundamente haber caído en su trampa, haber querido saber en qué acababa esa historia de amor, haber sido incapaz de vencer mi curiosidad, haber salido corriendo a buscar ese libro que preferiría no haber leído. Ahora, gracias a usted, sé qué pasó con Leo y Emmi. Pero también sé que su amor les convierte en dóciles. Felices, pero dóciles.
Atentamente,
la que antes de 'Cada siete olas' quería leer todos sus libros
"Diez minutos después
Fw:
Es mi culpa. No tendría que haberte respondido cuando volví de Boston.
Dos minutos después
Fw:
Es cierto que mi luz no te interesa en absoluto, pero me pareció muy amable de tu parte que quisieras ahorrar electricidad conmigo. Por cierto, aunque no parezca importante para nuestra situación: desde un taxi no se puede ver si en el ático 15 está la luz encendida o no."
creo sinceramente que debería habernos dejado sin saber qué pasaba con Leo y Emmi. Creo que debería habernos regalado la capacidad de imaginar qué ocurría con ellos, con su historia de amor, con sus ganas y desganas de conocerse, con sus dudas, con sus ilusiones, con sus recuerdos. Creo que debería habernos permitido soñar lo que quisiéramos con ellos. Pensar que no podían olvidarse y que al final nada les impide estar juntos como llevan dos años soñando o creer que el silencio es el olvido eterno y que nunca jamás sus vidas volverán a cruzarse. Pero en lugar de eso, señor Glattauer, nos castiga con 'Cada siete olas'. Se aprovecha de la curiosidad humana que sabe que nos llevará directos de la última página de 'Contra el viento del norte' a la primera de su continuación. Una continuación que desmerece su inicio. Una continuación en la que unos Leo y Emmi superados por la situación, enfrentados a la seguridad de que no se van a olvidar el uno del otro, deben ponerse serios y pensar qué hacer. Y ahí está el error, señor Glattauer, esos sentimientos desbordan el papel, se ahogan en los mails, explotan y salpican las páginas. Todo el pastel que tuvo el buen gusto de obviarnos en 'Contra el viento del norte' lo descarga en esta segunda parte, en la que se echa mucho de menos la ironía y el sarcasmo, el dolor y la rabia y la frustración que destilan todas y cada una de las palabras que se escriben Leo y Emmi.
Querido señor Glattauer, no sé qué le animó a escribir 'Cada siete olas'. ¿La gente quería saber qué pasaba con Leo y Emmi? ¿Necesitaba contarlo? ¿Pensaba en su bolsillo cuando decidió ponerse con los mensajes del servidor del sistema de Leo? Sea lo que sea, lamento profundamente haber caído en su trampa, haber querido saber en qué acababa esa historia de amor, haber sido incapaz de vencer mi curiosidad, haber salido corriendo a buscar ese libro que preferiría no haber leído. Ahora, gracias a usted, sé qué pasó con Leo y Emmi. Pero también sé que su amor les convierte en dóciles. Felices, pero dóciles.
Atentamente,
la que antes de 'Cada siete olas' quería leer todos sus libros
"Diez minutos después
Fw:
Es mi culpa. No tendría que haberte respondido cuando volví de Boston.
Un minuto después
Re:
Es mi culpa. No tendría que haberte escrito que en el ático 15 estaba la luz encendida a las tres de la mañana. ¿Qué me interesa a mí tu luz? Por cierto, no sobreestimes demasiado la importancia que tienes para mí: pasaba por allí de casualidad en un taxi.
Fw:
Es cierto que mi luz no te interesa en absoluto, pero me pareció muy amable de tu parte que quisieras ahorrar electricidad conmigo. Por cierto, aunque no parezca importante para nuestra situación: desde un taxi no se puede ver si en el ático 15 está la luz encendida o no."
Título: 'Cada siete olas'
Autor: Daniel Glattauer
Editorial: Alfaguara
Páginas: 280
Precio: 17,50€
Bueno parece que la segunda parte esta de más. Yo aún no he leído la primera y esta segunda parte me frena un poco.
ResponderEliminarAlbanta, puedes leer solamente la primera, ya digo que la segunda, sobra.
EliminarLa mayoría de opiniones que leo de este libro van en la misma línea, yo aún no he leído el anterior y me apetece pero con este no sé si me animaré, quizás me quedo con la curiosidad de descubrir qué fue de ellos
ResponderEliminarbesos
Tatty, mucho mejor quedarse con la curiosidad, pero sé que es difícil no leerlo cuando has empezado. Es difícil.
EliminarBesines
De esta segunda parte `parece que todos coincidís...por ahora solo pretendo leer su primera parte.
ResponderEliminarUn beso!
Lesincele, espero que lo consigas, porque una vez que has empezado es complicado parar.
EliminarUn besazo
A mi no me gustó la historia así que sinceramente no tenía ninguna necesidad de saber lo que pasaba con esta pareja.
ResponderEliminarNo lo he leído y por lo que veo no lo voy a leer.
Un saludo.
Mariuca, yo preferiría no haber leído esta segunda parte, porque la primera sí que me gustó mcuho.
EliminarUn abrazo
Ainnssss...solo puedo suscribir lo que dices, pero ...¿qué estúpido impulso nos obliga a cerrar el círculo?
ResponderEliminarQuizá con el tiempo aprenda a dejar las cosas inacabadas y a pensar que ese es su estado ideal.
Reve, porque los humanos somos curiosos, porque es imposible no ver que hay más allá cuando sabemos que podemos seguir. Y porque nos han inculcado desde pequeños que hay que acabar las cosas. Supongo.
EliminarYo quería leer la primera...
ResponderEliminarMarisa, la primera es fabulosa...
EliminarTomo nota, subrayada y en negrita: Leer "Contra el viento del norte" y NO leer ni de coña "Cada siete olas".
ResponderEliminarBesos!
Ana, veo que te ha quedado clara mi opinión sobre estos libros ;)
EliminarUn besazo
Tuve un sentimiento más o menos parecido cuando leí la segunda parte (que evidentemente, creo que todo el mundo lee si ha leído la primera)... Creo, sin embargo, que cualquier solución de las múltiples opciones creativas a que daba pie el primer libro, nos habría dejado el mismo sabor de boca: a poco.
ResponderEliminarUna abraçada!
Dona, es que es imposible no seguir leyendo sabiendo que hay una segunda parte. En mi caso no ha sido tanto el final de la pareja, que lo imaginaba y contemplaba, sino cómo ellos cambian en ese segundo libro.
EliminarUn petonàs!
Ya lo anunciaba, el segundo era un fiasco pero una que también es débil tuvo que ir a ver las olas, la verdad es que por un lado me queda claro que pasó, pero por otro, agría el sabor de la anterior. Estoy contigo, lo superaremos... jeje
ResponderEliminarBesitos
Marilú, es que es difícil parar. A mí también me queda claro qué pasó, pero el cambio que ellos sufren no me gusta nada. Supongo que es lo que pasa cuando eres feliz, que eres menos interesante, ¿no?
EliminarBesotes
Lo que ha pasado es un claro " vamos a estirar el chicle", es como la gente que explica los chistes después de contarlos. Siento que hayas caído, gracias a ti yo me salvaré y a lo mejor leo el otro o a lo mejor no, es que soy muy rencorosa.
ResponderEliminarEs que no se puede saber tanto!
Besos, Dorothy
Norah, eso es exactamente lo que creo que ha pasado. Yo soy un poco rencorosilla también, por eso no creo que vuelva a repetir con este autor. Me he enfadado con él.
EliminarUn besazo
Pues este mejor me lo salto pero quiero conocer a Leo y Emmi, aunque en su justa medida, leeré el primero.
ResponderEliminarUn beso.
Enzo, lee el primero y luego imagina el final que quieras para ellos.
EliminarUn besote
Está claro que la segunda parte no está a la altura de el primero, pierde mucha magia, pero a mí personalmente no me ha defraudado tanto como a ti.
ResponderEliminarEra inevitable conocer el final de la historia...
Besos
Marian, tú has dicho la palabra clave: "magia". Era inevitable, sí, hemos picado todos, creo.
EliminarBesines
Había oído (eso creo) que no era tan bueno como el primero, pero ya me lo has dejado del todo claro. Tampoco me quedé con muchas ganas de más, tuve suficiente con "Contra el viento del norte". Así que por el momento, no caeré con este.
ResponderEliminarMe ha parecido graciosa tu reseña. :)
Besos!
Caminante, yo, como curiosa que soy, caí a pesar de las advertencias.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Besotes
Caramba, vaya rapapolvo!!! jajaja. No sé por qué me ha recordado La noche de los tiempos de Muñoz Molina. No sé si lo has leído (lo recomiendo fervientemente) por lo cual no comentaré más.
ResponderEliminarA reveure
Sese, ¿de qué sirve un rapapolvo si el rapapolveado no se entera? ;) Pues nada, que me apunto al amigo Molina si lo recomiendas tan fervientemente.
EliminarFins aviat!
Uish, pues no sé lo que les deparará el destino de Glattauer a estos dos, pero después de leerte me parece que, si me animo, lo haré sólo en contra de ese viento del norte.
ResponderEliminarCon la guillotina también mola leerte :D
Rober, 'Contra el viento...' a mí me gustó mucho, pero éste se me ha hecho pesado.
EliminarIntento no sacar mucho la guillotina por aquí porque llego cansada de usarla en el trabajo, pero, oye, que de vez en cuando lo necesito.
Pues verás... a mi no me gustó, ni tampoco el del viento... no me parecieron reales, ni me los creí, nime cayeron bien... y no pude con la historia. Los terminé por orgullo, por ver el final, por casi deber... pero no me han gustado. Soy rara, lo sé
ResponderEliminarBesos
Mientrasleo, no voy a desnudarme aquí, pero te aseguro que son muy reales, que esas cosas pasan. No eres rara, cada uno entiende las cosas en función de sus experiencias.
EliminarBesotes
Recuerdo que me gustó algo menos que el primero, pero es que había puesto el listón muy alto... Supongo que conocer el desenlace, además de matar la curiosidad, mata precisamente lo que hacía especial al libro...
ResponderEliminarEn cuanto al resto de las obras de Glattauer, para mí están muy por debajo o sea que...: si no te ha gustado esta última, ni te las recomiendo.
Abrazo!
Zamarat, tengo claro que no voy a leer nada más de Glattauer porque todo el mundo me dice que 'Contra el viento...' es lo mejor, así que ni me molesto.
EliminarUn abrazo
Nada, que no me he estrenado con este autor. Y es que estas historias románticas no son lo mío. Siento, de todos modos, esta pequeña desilusión.
ResponderEliminarBesos,
Carmen, es una historia romántica, pero nada pastel, por eso me gustó. ¿Desilusión? Nada, al menos ahora sé que no debo repetir con Glattauer.
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Es peor que Contra el viento del norte eso está claro, pero yo creo que hacia falta una continuación. Llámame romántica pero me quedé tranquila con el final de este libro.
ResponderEliminarMejor que no sigas leyendo más libros de este autor porque ninguno se le acerca ni a la suela del zapato a Contra el viento del norte. Yo seguí leyendo libros de Glattauer y me arrepiento de haberlo hecho.
Un beso!!
Carla, es verdad, yo también me quedé tranquila con ese final, pero el otro final también me gustaba... No te preocupes, que no vuelvo a caer en sus redes.
EliminarUn besazo
Mira que te lo dije, que este segundo libro decepcionaba... Mejor nos quedamos solo con el primero, ¿verdad? Hacemos como que éste no existe.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, la cosa es que cuando me lo avisaste ya estaba yo casi acabándolo... Verdad. Sólo el primero. Haré como que el segundo no existe ;)
EliminarBesazos
Hola!! tu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.
ResponderEliminarme respondes a emitacat@gmail.com
besoss!!
Emilia
Muñekita, valoro tu sinceridad.
EliminarBesos
Vaya chasco te has llevado! La verdad es que da rabia enamorarte de una historia y que luego el propio autor la asesine impunemente por estirar el chicle o hacer caja... Creo que me quedaré con el primero y huiré de éste, que no quiero terminar enfadada. 1beso!
ResponderEliminarTizire, un chasco muy chasco. Supongo que esa historia necesitaba un final y segur que se lo pedía mucha gente, pero no creo que haya acertado el tono. Yo estoy enfadada, sí.
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No me habría importado esa segunda parte si no fuera por eso, porque se pierde chispa y el ritmo y química de la primera, pero bueno, no acabé tan indignada como tú :-P Un beso!
ResponderEliminarMeg, es que es eso, no me molesta tanto el final como que no parecen ellos, los ellos del principio. Yo indignada indignadísima.
EliminarBesos
casi todas por no decir todas las opiniones que he leído de este libro iban en la línea de la tuya... no creo que me acerque a esta novela.
ResponderEliminarbesos.
Azalea, no te acerques, que no vale la pena, mejor leer el primero e imaginar qué les pasó, pero siendo ellos.
EliminarBesotes
Pues a mí, después de lo que has contado, no me pillan ni con la primera ni con la segunda. Con todo lo que hay que leer por ahí, no voy a perder el tiempo. Y mira que intento estar al día. Lo he intentado con los "Verdes valles, colinas rojas" de Ramiro Pinilla y la he tenido que abandonar en la página 200. Es que... son tres tomos como tres pedruscos
ResponderEliminarSorokin, hombre, pero ¿cómo te coges a Pinilla así, a lo bruto? Yo cada vez que me acerco a sus valles y colinas nunca me atrevo a empezarlos. Esto se lee en un pispás. Igual te faltaba vino... Con Pinilla, digo.
EliminarPero es que empecé por lo fácil: su libro de cuentos, que tiene algunos muy buenos. Y... me sentí lo suficientemente hombre como para tragarme los valles.
EliminarMe gustó bastante, aunque creo que con la primera parte habría quedado redondo, de hecho me encantó el final del primer libro =)
ResponderEliminarBesotes
Shorby, yo también creo que hubiera sido mejor dejarlo como estaba. Bueno, como casi todas las cosas, a veces más vale dejarlas como están, no forzarlas.
EliminarBesines