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@martatorresmol |
Me encanta Falcó, como personaje, como hombre al que miras de lejos. No me gustaría tenerlo muy cerca. Ni como mujer (porque correría el riesgo de caer) ni como enemiga (porque correría el riesgo de caer). Pero me fascina. Me quedo hipnotizada con sus movimientos, y eso que no los veo, sólo los leo. Con sus pensamientos. Sus recuerdos. Y sus respuestas y gestos chulescos. Lo confieso: me hacen gracia. Me encanta el excontrabandista, visto desde la atalaya de las páginas. Es lo que pensé al leer 'Falcó' y es lo que sigo pensando tras leer 'Eva', la segunda entrega de esta serie de Arturo Pérez-Reverte. Y no es lo único que sigo pensando. 400 páginas después de las aventuras de este mercenario en la España de la Guerra Civil de ella, de Eva Neretva-Rengel, necesito más. Se me queda corta. Me parece áspera, fría, sin una concesión a nada que no sea su misión. No lo puedo evitar. Página tras página sigo esperando esa concesión. A sabiendas de que es posible que no llegue. Quizás sea mejor así. Ahí está la gracia.
La aventura, en esta ocasión, es recuperar parte del llamado 'Oro de Moscú'. En concreto, el que viaja a bordo del 'Mount Castle', un mercante republicano refugiado en Tánger, de donde no puede salir sin que lo advierta (y lo persiga y lo aprese) el 'Martín Álvarez', un destructor nacional al que no le pierden ojo tres agentes rusos (Eva, la que manda de los tres). Los capitanes de ambas embarcaciones y la relación en tierra entre sus tripulaciones son, para mí, de lo mejor de la novela. De hecho, de algunos de los secundarios me gustaría leer una novela en la que fueran protagonistas. Me fascina Moira Nikolaos -"el afán íntimo de una mujer única es sobrevivir a sí misma"-, esa mujer que desde el primer momento intuimos que fue amante de Falcó y que ahora le echa la mano que ya no tiene. La veo en su casa, envuelta en telas y humo, y se me va la cabeza a años antes, mucho antes, antes incluso de que entrara en la vida de Falcó. Y Paquito Araña. Aún tengo dudas sobre si disfruta más con los jóvenes atractivos o con las largas sesiones de tortura.
Al final, el resultado de la misión es lo de menos en esta segunda aventura de Falcó. Lo importante es disfrutar. Recorrer las callejuelas de Tánger. Sentir el peligro a la vuelta de cada esquina. Dudar de quien comparte tu cama. Preguntarte si acabarás el día. O si lo acabará otro. Intuir a quién seducirás. Sonreír al ver a los rivales unidos por la camaradería. Mosquearte porque tu chulería a punto está de costarte la vida. Apenarte por unas bajas. Alegrarte por otras. Intuir quién está jugando al trile...
Por cierto, nos vemos en Biarritz. A ver si allí sirven más hupa-hupas.
"No quiero que me maten esta noche, pensó Lorenzo Falcó.
No de esta manera.
Sin embargo, estaba a punto de ocurrir. Los pasos a su espalda resonaban cada vez más cercanos y rápidos. Sin duda tenían prisa por alcanzarlo. Había escuchado el grito del enlace al caer en la oscuridad, a su espalda, desde el mirador de Santa Luzia, y el golpe del cuerpo al estrellarse contra el suelo quince o veinte metros más abajo, en una callejuela oscura del barrio de Alfama. Y ahora iban a por él, en busca del trabajo. De rematar la faena."
Título: 'Eva'
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Páginas: 400
Precio: 20,90€
Procedencia: regalo Navidad