
Aviso a navegantes antes de empezar a leer: cuando se trata de Vázquez Montalbán no soy objetiva. Me gusta todo. Así que cuando vi en Círculo de Lectores los 'Cuentos blancos' y los 'Cuentos negros' no pude resistirme (a pesar de las, a mi juicio, horrorosas portadas de ambos volúmenes). He tardado más de lo previsto en terminar los blancos, pero es que siempre me tomo con calma los libros de relatos. Me gusta leer cada uno de un tirón, sin interrupciones. Siempre he tenido la sensación de que los cuentos son como los caramelos, no puedes sacártelos de la boca y guardarlos para más tarde. Y 'Cuentos blancos' es una bolsa llena de caramelos. 21, concretamente. Y todos deliciosos. Algunos para reír, otros para llorar y con todos ellos es imposible quedarse indiferente. Los diálogos sobre el Mundial de 1982 de 'Bestiario' son hilarantes y es mejor no haber cenado antes de leer 'El festín de Pierre Ebuka', la declaración de un caníbal en un juicio. El sur como paraíso, una idea recurrente en Montalbán, también encuentra un maravilloso hueco de catorce páginas con '... y en invierno viajar hacia el sur'. Aunque me cueste, debo reconocer que me quedo con 'Los privilegios de la edad', la surrealista correspondencia a través del fax de un matrimonio en el que él ha decidido separarse, con todas las consecuencias, y 'El niño y el perro', una memorable muestra de esa mezcla de ternura y humor sarcástico tan montalbiana.
Título: 'Cuentos blancos'
Autor: Manuel Vázquez Montalbán
Editorial: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores
Páginas: 256
Precio: 17€