Gilead, caballos en el túnel y sábanas secando


Gilead es el pueblo en el que una vez un caballo se hundió en el túnel del tren y pusieron un establo sobre el caballo. Gilead es el pueblo en el que las mujeres se esfuerzan en que su ropa colgada a secar en el campo sea más blanca que la del vecino. Gilead es el pueblo en el que busca refugio un blanco casado con una negra. Gilead es el pueblo en el que los antepasados escondían las pistolas junto a la valla del jardín. Gilead es el pueblo en el que una mujer bonita pidió matrimonio a un pastor. Gilead es el pueblo que da nombre a la deliciosa novela por la que Marilynne Robinson recibió el premio Pulitzer en 2005. 'Gilead' necesita tiempo. No es un libro que se pueda leer a trompicones, en ratos pequeños entre una cosa y otra. No. 'Gilead' necesita largas mañanas en la terraza, siestas en la cama junto a una ventana abierta e interminables noches de verano con vistas a las estrellas. Solo así, con tiempo y calma, se puede ir asimilando todo lo que el pastor Ames, a punto de morir, explica a su hijo en una extensa carta con la que pretende que entienda el pequeño mundo en el que crecerá. Y a él. Los vecinos, la gente, los sermones que escribió y nunca se atrevió a pronunciar el domingo en la iglesia, sus debilidades, los secretos de sus habitantes, la exultante juventud de su esposa… El tiempo pasa muy despacio con 'Gilead' entre las manos. Las palabras llegan como un viento a cámara lenta, a la velocidad exacta para comprenderlo. Las frases del pastor Ames solo se aceleran al final, en las últimas páginas, cuando se altera recordando el comportamiento del pequeño de los Boughton. Pero el papel se acaba. Y el día a día de esta familia queda para otro libro, 'Home', que ya aparece en mi lista de pendientes.
Título: 'Gilead'
Autora: Marilynne Robinson
Editorial: Galaxia Gutenberg para Círculo de Lectores
Páginas: 278
Precio: 16,95€

Comentarios

  1. Suena muy bien, Dorothy, me lo apunto porque cuentas pero no cuentas y ya me he quedado intrigada.
    Por cierto hoy me han regalado "los cuentos blancos" que veo que estás terminando, ya me cuentas.

    Besitos

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  2. Interesante, no conocia Gilead,
    merece la pena una visita,
    gracias por compartir.
    feliz semana.

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  3. Ely, es que si cuento todo luego no hay sorpresas. Sobre los 'cuentos blancos' te cuento en breve, pero ya te adelanto que no seré objetiva: Vázquez Montalbán es uno de mis dioses literarios...

    Un besazo

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  4. Ricardo, conocer Gilead merece mucho la pena.
    Feliz semana para ti también.

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  5. Da la sensación que es uno de esos lugares donde pasan cosas que sólo pueden pasar allí... una vez más, tomo nota.

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  6. Vaya así que es un rebaño que no bala lo que cuida el pastor!!! je, je... Bss...

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  7. Vaya así que es un rebaño que no bala lo que cuida el pastor!!! je, je... Bss...

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  8. Gilead parece mucho mas interesante que el pueblo a donde me voy de vacaciones, uuhhhmmm!! si pudiera cambiaba mis planes, aunque siempre me queda la opción de llevarmelo en la maleta.
    Un abrazo

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  9. Sigues en forma, Dorothy disecciona-libros. Yo tengo una crisis lectora que tengo que solucionar para no padecer tanta envidia de vosotras. ;) Un beso iletrado!

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  10. Tiene muy buena pinta!!Me lo apunto, para esos ratos largos, como tú dices.
    Abrazo!

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  11. ... si no fuera por que pienso pegarme cual lapa en "es trenc", me iría un par de días a Gilead de vacaciones (¿hay algún turista en Gilead?)

    un besito enorme

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  12. Te he dejado un premio en mi blog. Puedes pasarte a recogerlo cuando quieras. Abrazo!

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  13. José Luis, efectivamente, es uno de esos lugares en los que no pasa nada pero pasa mucho, como en cualquier pueblo cuando uno se concentra en algo más que las fachadas de las casas. Es fantástico, pero necesita tiempo y calma, no lo puedes leer a ratitos perdidos.

    Un abrazo

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  14. MariCari, los rebaños queno balan son los más difíciles de pastorear, me temo.

    Un besazo

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  15. Bichiraro, ningún pueblo es más interesantes que aquel al que uno va de vacaciones sencillamente ¡porque va de vacaciones! Pásalo bien y deja la visita a Gilead para otro momento. Aunque puestos a cruzar el charco yo preferiría hacer la ruta 66...

    Besos

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  16. David, a ver si va a tener algo que ver el afilador que pasó el otro día por debajo de casa... Todos hemos tenido crisis lectoras, yo tuve una el año pasado, y cada verano, con el exceso de trabajo tengo una minicrisis, pero se pasan. Cuando estoy así yo aprovecho para pasarme al cómic.

    Un beso de letras cansadas

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  17. Zamarat, haces bien reservándote para cuando tengas ratos largos.

    Un besazo

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  18. Maria, creo que serías la turista del año. Creo que allí un turista debe ser lo más exótico que les pasó desde que un día uno del pueblo decidió mudarse a Ohio. Aprofita 'es Trenc', nena, que tornar a casa sempre és un luxe.

    Petonets

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  19. Zamarat, muchas gracias, ahora me paso.

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