¿Quién no se ha planteado alguna vez si estaba loco? ¿Quién no ha dudado, en los momentos más oscuros, de su salud mental? ¿De verdad es tan fácil dilucidar si alguien está realmente en sus cabales? Pues a ésas se enfrenta el personal de un manicomio de Zamora cuando reciben como paciente a Alicia de Almenara, Gould de soltera, que, víctima de una enfermedad mental ha intentado acabar con la vida de su marido. Pero Alicia es una mujer elegante, guapa, educada, calmada, con una oratoria que ya querría para sí el colectivo político actual, un discurso coherente y comprensiva. En el sanatorio lo ignoran, pero nosotros (beneficios del lector) sabemos que Alicia, detective privado, ha ingresado en el manicomio de motu proprio para investigar un asesinato. Su cliente, amigo del director de la institución mental, ha facilitado su ingreso tras descubrir que unos anónimos relacionados con el fallecimiento de su padre procedían de esa instalación. La mala suerte, sin embargo, ha querido que el director se encuentre de vacaciones justo en el momento en que Alicia llega al centro. Un lugar en el que, a través de sus ojos, vemos y conocemos la realidad, el día a día, de los internos y del personal. Imágenes crudas, difíciles. Un ambiente claustrofóbico, agónico. Páginas en las que descubrimos por qué algunas habitaciones no tienen techo, que el temor al agua puede paralizar tu vida, que hay vidas que no son vidas… No puedes dejar las páginas ni un minuto y, mientras lees, tu cabeza va a mil, dándole vueltas a la situación de Alicia, a lo que debe ser ingresar en un sanatorio, a todo aquello a lo que deben enfrentarse los trabajadores, las dudas que pueden llegar a corroer a los profesionales… Las mismas dudas que nos carcomen respecto a Alicia mientras leemos. ¿Está enferma? ¿Atrapada en una situación provocada por ella misma? Leed...
“El doctor Ruipérez no pudo menos de sonreír. Aquella mujer de aspecto intelectual y superior manejaba con singular acierto el arte de la simulación, pero ello no era óbice para que fuera declarando frase a frase el terrible mal que la aquejaba. Cada palabra suya era una confirmación de los síndromes paranoicos diagnosticados por el doctor Donadío. Cuando, en otras psicopatías, el delirio del enfermo se manifiesta durante una crisis aguda, no hay nada tan fácil para un especialista como detectarlo. Se le descubre con la facilidad con que se distingue a un hombre vestido de rojo caminando por la nieve.”
Título: ‘Los renglones torcidos de Dios’
Autor: Torcuato Luca de Tena
Editorial: Planeta (colección Booket)
Páginas: 448
Precio: 12,95
Procedencia: regalo