Lo que sueña bajo las aguas


@martatorresmol

Querido...

dice Victoria (Ramos) que, cosas de Alejandro (Palomas), le recuerdan que dijo Carmen (Kurtz) que bajo las aguas, permíteme que las cambie por el mar (la Mar), duermen las palabras, las que dijimos y olvidamos, las que se nos quedaron a medio camino cuando estaban dispuestas a salir. Están ahí, pegadas al fondo, a salvo de las olas y el vendaval, en ese trastero emocional en el que todos guardamos aquello que fingimos no recordar porque, en el fondo, preferimos no desterrar del todo. Dice que las que no llegamos a decir están esperando para salir a flote. Pobres... Quizás nunca deberían hacerlo. Para entonces estarán llenas de escamas o cubiertas de nácar. Brillarán cuando les dé el sol, es cierto, pero sólo un instante. Estarán ya fuera de lugar. Fuera de momento. Pasado ese destello morirán. O no. Serán monstruos. Bestias. Una presencia extraña y perturbadora. Un recuerdo constante de lo que quizás podría haber sido si las hubiera dejado salir. Un "¿y si...?" eterno. Y eso duele. Duele más que tenerlas aquí, a mi lado, en el fondo, bien ancladas en la arena. No puedo dejar de darles vueltas (ya lo hacía antes de que Victoria me sacudiera con esa frase). Sentada en una roca, sobre mi cola de sirena, las observo. Desdibujadas. Refugiadas entre los huecos que dejan las ilusiones que no llegaron a explotar, los besos nunca dados, las lágrimas que me tragué para hacerme la fuerte y los cuentos a los que no encontré un final. Me pregunto cuántas de ellas, aunque no salieron jamás de mis labios, llegaron a su destino. Las palabras son caprichosas. Sobre todo las que no decimos. Encuentran su forma. Su camino. Duermen bajo las aguas. Las veo ahí, tranquilas, arropadas por las algas. Sueñan. Sueñan que te las dije, que no las he condenado a ese fondo húmedo y frío. Sueños. Burbujas que salen a flote. Cuántas te habrán llegado... 

"Allá en el fondo, todas las palabras que dijimos y de las cuales ya no guardamos recuerdo, duermen bajo las aguas. Duermen aquellas que no supimos decir y esperan su turno para salir a flote. Las cartas que hemos roto, las no recibidas y las veces que hemos dicho adiós. La pena que sentimos y que ahora, al recordarla, nos parece pequeña. La risa o el llanto que no llegó a brotar. La amistad que buscamos en el momento difícil y que resultó más débil que nosotros, más falta de ayuda. La persona a quien quisimos consolar y nos sirvió de consuelo... Todo duerme allí, en ese fondo".
'Duermen bajo las aguas', Carmen Kurtz

Comentarios

  1. Cómo llega esto. Ahora es cuando no hay nada más que decir. Conmovedor.
    Besos Dorothy Whiltman

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  2. Qué bonito... Sin palabras me dejas.
    Besotes!!!

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  3. Algunas son rebeldes y se resisten a estar bajo las aguas. Salen cuando no tienen que salir, aunque intentemos retenerlas, volverlas a guardar bajo el mar. Pero es inútil, una vez volando con sus escamas al sol, están vivas.

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    1. Sorokin, ésas son las peores, las que salen a flote a destiempo porque las hemos escondido. Son rebeldes, llevan el cuchillo entre los dientes y salen muy cabreadas. Cuidadito con ellas.

      Saludos.

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  4. A veces es necesario y conveniente ahogar las palabras, hundirlas, porque no podemos decir todo lo que nos viene así, sin más, sin filtro. Yo era de las que sacaba a flote todo lo que pensaba y creía, pero la vida me ha enseñado que en ocasiones no se puede...
    Besos

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    1. Marian, yo creo que igual hay que contar hasta cien antes de decir algunas cosas, pero al final hay que decirlas porque si no lo hacemos se enquistan, acaban explotando a destiempo y poniéndolo todo perdido. Pero sí, hay que pensar, parar un poco y buscar el modo y el momento más adecuados de decirlas, haciendo el menor daño posible.

      Un besote

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