'El tren de Estambul', de viaje con Graham Greene
Siempre me han fascinado los trenes. Algo normal en alguien que vive en una isla en la que no los hay y que de pequeña pensaba que los trenes eran algo mágico que sólo existía en los libros y las películas. A un tren sólo pueden subir y bajar cosas buenas. Un hombre que baja de un tren es una promesa llena de misterio. Una mujer que sube a él es una historia por descubrir. Han pasado muchos años. Me he subido a algunos trenes. Pero sigues fascinándome. Así que un libro cuyo título incluyera las palabras tren y Estambul (la ciudad en la que siempre soy feliz) y que además estuviera escrito por Graham Greene, el hombre que acuñó en la imprescindible 'El americano impasible' una de las mejores frases sobre periodismo que he leído nunca ("...soy un reportero y dios sólo existe para los que escriben editoriales") no podía escurrírseme. 'El tren a Estambul' es una especie de novela negra sin asesinatos. Es un viaje en el Orient Express, desde Ostende a Estambul, en el que los personajes que suben y bajan suman a sus historias las que viven en el larguísimo trayecto, no exento de sorpresas, sobre todo para aquellos que esconden algo. Y casi todos esconden algo. En los vagones conviven un joven empresario judío preocupado por el negocio familiar de pasas; una corista que sólo tiene un impermeable blanco, que siempre tiene frío y que es capaz de vender su virginidad por el sueño de una vida estable; una periodista alcohólica que divide su obsesión entre la historia que persigue y no perder a su bella amante; la amante, dispuesta a conseguir un futuro mejor; un escritor de éxito a quien únicamente preocupa desplegar sus plumas de pavo real; un asesino huido de la justicia; un líder comunista con pasaporte falso... Todos ellos cruzan sus vidas en los pequeños vagones del tren. Unos con más suerte que otros. Un tren claustrofóbico, oscuro, que parece no tener ventanas porque siempre mira hacia dentro, que muta a sus pasajeros, cuyo lujo no oculta la miseria de los que viajan. Graham Greene, como siempre, mostrando lo que apenas se ve.
"El sobrecargo cogió la última tarjeta de desembarco y observó a los pasajeros que cruzaban el húmedo muelle gris, entre una multitud de raíles y agujas, y doblaban las esquinas formadas por camiones abandonados. Iban con las solapas de los abrigos levantadas y los hombros encogidos; en las mesas de los largos vagones las lámparas estaban encendidas y brillaban a través de la lluvia como una cadena de cuentas azules. Una grúa gigante avanzó y descendió, y el estrépito del montacargas acalló durante un momento el penetrante sonido del agua: el agua que caía del cielo encapotado, el agua que golpeaba contra los flancos del vapor y contra el muelle. Eran las cuatro y media de la tarde."
Título: 'El tren a Estambul'
Autor: Graham Greene
Editorial: Edhasa
Páginas: 382
Precio: 1,5€ (mercadillo solidario)
Aún no me he estrenado con este autor a pesar de su fama reconocida.
ResponderEliminarAlbanta, a mí me gusta muchísimo, pero no es un autor fácil, también te lo digo antes de que te pongas con él.
EliminarUn abrazo
Me encanta Graham Greene. Ya hace mucho no leo algo de él pero no me importaría retomarlo. Un beso.
ResponderEliminarMarisa, así andaba yo, que lo tenía abandonadito hace tiempo y lo he retomado.
EliminarBesos
Lo que son las cosas: después de un año cogiendo todos los días el tren para ir a estudiar, lo acabé casi odiando xD pero me gustan más que los autobuses, que los usé durante 4 años para ir a la universidad...
ResponderEliminarCon respecto a Graham Greene, querría leer su obra más famosa de cuyo título ahora mismo no me acuerdo -me he quedado en blanco-. Si me gusta, quizá pruebe con esta.
Besos.
Azalea, cuando hablo de trenes no me refiero a esos trenes, que yo también sufrí cada día durante cinco años, si no los trenes de larga distancia, los que te llevan a un sitio deseado. Espero que pruebes con el amigo Greene y que no te decepcione.
EliminarBesines
Sólo he leído una novela de este autor, El americano impasible. Y me gustó mucho. Pero no he vuelto a animarme con él. Por lo que cuentas, este libro tiene muy buena pinta, así que me lo llevo apuntado, a ver si me animo a leer algo más de este autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
'El americano impasible' es sublime. Éste a mí me ha gustado mucho, sobre todo por el ambiente que se va creando en el tren, prácticamente lo sientes como si estuvieras en él.
EliminarUn besazo
Por 1,5€ Un maravilloso libro con su historia y sus aventuras, y este parece tenerlas porque en los viajes siempre hay aventuras e historias singulares.
ResponderEliminarVivan los mercadillos!
Me encanta rescatar los viejos libros y darle vida volviéndolos a leer, o como en tu caso rescatarlos del mercadillo...
Un beso :)
Nieves, ¡Benditos mercadillos de segunda mano! A mí también me encanta rescatarlos, buscar si hay restos de sus antiguos propietarios e imaginar la vida que tuvieron antes de llegar a mí. Los viajes son una mina de experiencias y anécdotas.
EliminarUn besazo
Iba a decir que estos libros en los que todo sucede en un lugar cerrado me agobian y lo iba a descartar hasta que he llegado al párrafo que pones de ejemplo y me han entrado unas ganas de subir a ese tren en un día de lluvia irresistibles.
ResponderEliminarDe Greene leí El americano impasible y El final de la aventura, por supuesto fue en la época en la que me podía pasar el día metida en el cine con mi descuento de estudiante. Ya no me acuerdo mucho pero sí que el primero me gustó más que el segundo.
Besitos
Norah, el párrafo es el primero, cuando los viajeros pasan por la estación antes de subirse al tren y ya puedes intuir algunas de sus características, lo que acabará marcando su paso por el Orient Express. Esos descuentos de estudiante... ¡Cómo los echamos de menos!
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qué pintaza, yo no he leído nada del autor, así que le tendré que poner remedio. Besos
ResponderEliminarMarilú, espero que lo hagas, porque vale mucho la pena.
EliminarBesos
Vaya, pues tomo nota, porque además no he leido nada de él...A mi también me encantan los trenes, tienen un encanto indescriptible. Un besote!!
ResponderEliminarMeg, a mí es un escritor que me encanta, aunque no es de los fáciles a veces. Los trenes a mí siempre me han parecido mágicos, pero es porque no me subí en uno hasta bien tarde...
EliminarUn beso
Me he sentido muy identificada con el inicio de tu reseña, porque, al igual que tú, vivo en una isla sin trenes y es un medio de transporte que me encanta y me evoca cosas buenas. Con respecto al libro, aún no me he iniciado con el autor, a pesar de que me han recomendado El americano impasible, que espero que caiga en breve. Las conclusiones que sacas de esta obra hacen que este libro me resulte muy atractivo. 1beso!
ResponderEliminarTizire, perdona, pero el comentario entró en spam y hace siglos que no miraba la carpeta... Supongo que a las de islas sin trenes es inevitable que esos monstruos de hierro nos parezcan mágicos. 'El americano impasible' me gusta mucho, igual que 'El tercer hombre'. Éste a mí me ha encantado por toda esa magia del tren.
EliminarUn besote
No he leído nada de este autor y este libro no lo conocía pero tiene muy buena pinta, también me encantan los trenes pero en mi caso porque mi familia siempre ha estado muy vinculada a ellos
ResponderEliminarbesos
Tatty, a mí es que Greene me conquistó con 'el americano impasible' y aún no me he desenamorado. Qué bonitas historias debes tener en casa con esa familia.
EliminarBesines
Estambul... !qué recuerdos! Estuve allí hace unos años, fue mi primer viaje en solitario y me fascinó. Y además Graham Greene, cómo podría resistirme ;-)
ResponderEliminarPor cierto, historias de trenes... no sé si has visto la película "Antes del amanecer", sobre dos desconocidos que se enamoran en un tren y encima parte de la acción transcurre en Viena. Te la recomiendo! (aunque a lo mejor ya la has visto).
Y otro "off topic": este fin de semana he estado en Barcelona y ya tengo tu envío en mis manos. Estoy deseando devorarlo. Muchas gracias de nuevo.
petonsssss
Dona, Estambul es fascinante. Viviría allí si pudiera, en una casita en Sultanahmet. Vi 'Antes del amanecer' de preadolescente, y me pareció una historia maravillosa. No he vuelto a verla, por si acaso ya no me gusta, prefiero el recuerdo. Espero que lo disfrutes mucho.
EliminarPetonets
Lo que me gustan los mercadillos solidarios y demás jejejej
ResponderEliminarTengo que leer a este hombre, no tengo ninguno fichado...
Besotes
Shorby, lo que nos gusta rebuscar en los mercadillos... jajajajaja
EliminarEspero que te animes y te guste
Un besazo
No he léido nunca a este clásico, pero pinta de maravilla. Igual que ti, me fascina Estambul y los trenes.
ResponderEliminarAbrazos
Claudia, creo que, salvo malas experiencias, Estambul fascina a todo el mundo. Yo, si pudiera tomarme un año sabático para escribir, me iría a vivir allí.
EliminarUn abrazo
Buena pinta tiene el libro a pesar de que no me gustan los trenes, porque van siempre en línea recta que si fueran agilados... en fin, mal chiste, ya... ja ja... Bss
ResponderEliminarCari, bromea, hija, bromea, que para lo poco que se bromea últimamente...
EliminarUn besote
Tengo un tanto dejado al autor y este libro parece una buena opción para retomarlo... menuda ganga
ResponderEliminarBesos
Mientrasleo, ¿dejado? Si te hago yo la lista de los dejados míos no acabamos.
EliminarBesines
Jo, envidio tu capacidad para elegir los libros. Otro más que me apunto.
ResponderEliminarBesos
Lu, ¿capacidad? Los escojo un poco sin pensar, la verdad, y alguno malo leo de vez en cuando, como tiene que ser, para valorar luego los que me gustan.
EliminarBesos
¿Qué había dicho yo? Estaba terminando el comentario y se me marchó al limbo. Intento reproducirlo...
ResponderEliminarDejas claro que este libro no es "un full de Estambul".
"Un hombre que baja de un tren es una promesa llena de misterio. Una mujer que sube a él es una historia por descubrir." Muy bonito pensamiento infantil. A mí me parece el medio de transporte más sugerente.
He leído unicamente "El tercer hombre" de Graham Greene. Me encantó y me bastaron sus poquitas páginas para darme cuenta de que es un superclase. El título que nos traes hoy tiene un marco privilegiado y un conglomerado de personajes de lo más variado. Lo pintas muy bien, además.
Me levanto, aguantando el equilibrio camino por el vagón hasta encontrarte y me agacho para darte un beso en la frente.
David, ¿qué habrás hecho para que blogger te borre los comentarios?
EliminarHas captado el mensaje, no es un full para nada. No conocí los trenes de larga distancia hasta que fui adulta. Siempre los asocio a la alegría y el deseo de llegar a alguien y a la tristeza y la angustia de dejar otra vez a ese alguien atrás.
Las infancias sin trenes, marcan. No soy la única, puedes comprobarlo en 'Desde la isla sin trenes', de mi querido Ben Clark.
Estoy contigo, 'El tercer hombre' es sublime. Tanto el libro como la película, que es una de mis favoritas. Si no la has visto, te invito al cine.
Levanto la cabeza, sujetándote ligeramente, y te soy un beso en la barbilla.
Aún no he leído a Greene, aunque pinta curiosa esta historia de historias.
ResponderEliminarAquí los trenes son algo más comunes y yo me solía subir con cierta frecuencia, ahora ya algo menos. Por eso siempre que lo hago, me viene la nostalgia de otros tiempos en los que los viajes eran diarios. Siempre con prisas y desafiando los horarios. A veces con paradas muy dulces y otras más rutinarias. No te paras a pensar en lo que parece plantear esta novela: que frente a ti o en el asiento de al lado pueden encontrarse gandes historias.
¡Un besín!
Rober, cuando vivía en Barcelona utilizaba el tren todos los días, pero era como el metro. Los que me fascinan son los trenes de larga distancia. Cuando los cogía siempre perdía el tiempo observando a la gente. Son muy curiosas las historias que puedes llegar a intuir. Greene, personalmente, me parece un gran escritor.
EliminarUn beso
Otra "chiflada" de los trenes en larga distancia, ¡madre mía! no sabes cuantos viajes y cuantas historias atesoro de esos trayectos, hice muchos siendo niña y de todos tengo recuerdos fantásticos y además me hacen acordarme de mis padres y mi hermano con los que hacía esos viajes y que ahora ya no están.
ResponderEliminarY a pesar de haber leído a Greene este precisamente no, me lo apunto.
Besitos
Ely, pues ya puedes empezar a escribir un libro sólo sobre esos fantásticos recuerdos sobre los trenes. Seguro que sería una maravilla, con tu creatividad y esos recuerdos fabulosos. Espero que te guste el libro, si te pones con él.
EliminarUn besazo