'Los lugares secretos', cuando la que domina es ella
Ni Christian Grey y su sadomaso de dulce de leche. Ni la deslabazada sociedad Juliette. Ni los moratones de la sumisa Sophie. 'Los lugares secretos', de Paula Soler, no tiene nada que ver con ninguna de esas tres historias de esta nueva ola de literatura erótica. 'Los lugares secretos' me la creo. Supongo que ahí está la clave de esta novela en la que el sexo, siendo el tema central, no pasa por encima de la trama, de la historia, de los personajes. Puedo creerme que Irene sea real. Una mujer joven, guapa, rica tras heredar el imperio hotelero de su marido y a la que le gusta llevar las riendas en el sexo. Las riendas, los látigos, las fustas, los cinturones. También me creo a David. Un hombre guapo, joven, con un buen empleo y a punto de casarse con su novia, a la que quiere pero no desea, porque es lo que siente que debe hacer. Dos personas que se encuentran por casualidad, que se gustan, que descubren sus secretos y que acaban jugando en la habitación secreta de Irene. Me creo ese juego. Me creo las ganas. Me creo las dudas. Me creo los sentimientos que van surgiendo. Y me lo creo porque los dos tienen una vida fuera de ese cuarto en el que Irene se viste de látex y cuero y David se deja esposar y azotar hasta explotar de placer. Porque a David se lo come la ansiedad de una nueva vida que no tiene claro que quiera. Porque a Irene la llevan de cabeza sus hijastros, que la sangran económicamente y que están dispuestos a hundirla. Porque en ese cuarto, que tiene la presencia justa (incluso menos de la esperada en un libro erótico), ella domina y él se somete, pero cuando están fuera la relación es de igual a igual. Me la creo porque por primera vez me he sentido en sus pieles en ese cuarto. En la de Irene y sus corsés. En la de David y sus esposas. Y me los creo. Porque se equivocan. Porque se pierden. Y porque se encuentran.
"Todo es importante en este juego sexual. La atracción por el otro es primordial, desde luego, pero existen muchos otros factores a tener en cuenta. Las palabras, los objetos, el entorno... elementos dispersos que deben formar un conjunto dode el sumiso se sienta gozosamente intranquilo. De pie ante el armario, hago memoria para recordar las dos conversaciones mantenidas con David. Sus sueños juveniles, ese aire protector cuando cogió en brazos al perrito extraviado, su reacción intensa al sentir las manos atadas a la espalda... Su nota."
Título: 'Los lugares secretos'
Autora: Paula Soler
Editorial: Grijalbo
Páginas: 304
Precio: 15,90€
Aunque no creo que lo lea, que el género erótico no me llama demasiado, la reseña te ha quedado muy convincente; parece ofrecer algo más que los del resto de esta nueva ola eróticofestiva. 1beso!
ResponderEliminarTizire, no tiene nada que ver con esa ola, la verdad. Hay un par de escenas, pero todo lo demás es más sugerido que explícito. Y la historia que hay detrás está bien.
EliminarBesos
Va a ser una de mis próximas lecturas, a ver que tal esta.
ResponderEliminarUn beso
Espe, pues espero que te guste. Yo me la leí en un par de tardes.
EliminarBesines
Pues enhorabuena a la escritora pero yo paso de estar en la piel de alguien a quien vayan a atizar por muy placentero que le resulte. Espero que la novela pueda desmarcarse de sus antecesoras y conseguir el lugar que le corresponde.
ResponderEliminarUn beso, pequeña Dorothy
Norah, a mí es que la imaginación se me dispara cuando leo y puedo ser desde Lizzy Bennet a Hannibal Lecter. Supongo que es la versión libro de mi afición a los disfraces ;)
EliminarUn beso, guapa
Esa bien que cambien las tornas, pero aún así no me parece una lectura muy atractiva y menos con sado por ahí.
ResponderEliminarUn saludo.
Mariuca, lo del sado son apenas un par de pinceladas. Sólo hay un par de escenas de sexo puro. Y lo del sado... Es que yo llevo peor el sado psicológico. Eso sí que duele.
EliminarUn abrazo
Creerse un libro es ganar mucha tierra, reconozco que en la ola erótica me he plantado y de momento no es una temática que me llame, pero no diré de este agua... :)
ResponderEliminarUn beso
Marilú, es que la nueva erótica tiene que mejorar aún bastante, no es como la clásica, pero me gusta leer alguno de vez en cuando porque me vienen genial para desconectar.
EliminarBesos
Después de leer las cincuenta sombras de Grey creo que con este género he cumplido, no me apasiona para nada la verdad...
ResponderEliminarUn beso Dorothy
Eva, es que '50 sombras...', aunque ha conseguido que mucha gente se acerque a los libros, no es una gran trilogía. Pero en el género hay auténticas maravillas, como las de la colección 'La sonrisa vertical'.
EliminarUn besazo
El género erótico siempre me ha gustado pero no fue hasta que leí el primero de 50 sombras (que lo odié) y la saga crossfire (que me entretuvo) pero ninguna era como las de antes. Me voy a animar porque tengo alguna pendiente en casa...pero me da que no es de este estilo (la bibliotecaria xD).
ResponderEliminarUn beso!
Lesincele, a mí Grey me entretuvo, aunque todavía tengo el tercero pendiente y no tengo prisa por leerlo, la verdad. De toda la literatura erótica que he leído en los dos últimos años este es el que más me ha gustado.
EliminarUn beso!
Es de los libros eróticos que más me han gustado. Más serio, con más contenido, con historia. Tienes razón: te lo puedes creer
ResponderEliminarBesos
Laky, es que parece que algunos se olvidan de que, además de sexo, hace falta una historia.
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Suena bien. Aunque, así sea un enfoque ligeramente diferente, sigue siendo parte del mismo impulso, la misma retórica y la misma tendencia. Habrá que leerlo.
ResponderEliminarGabino, las modas es lo que tienen, que se cuela mucha basura al amparo de una buena idea. Por suerte, éste no lo es.
EliminarCon este no me animo, que esta temática no suelo disfrutarla.
ResponderEliminarBesotes!!!!
Margari, si no te gusta la temática, ni lo intentes. A mí me gusta leer alguno cada tanto, la verdad. ¡Me desintoxica!
EliminarUn besazo
Siempre sostengo que sólo me gusta un libro si me creo a los personajes, sus reacciones, sus miedos y dudas. Si es así, el libro ya me tiene ganada, con independencia de su temática. Besos.
ResponderEliminarBriseida, los personajes son claves, para mí, es lo más importante, sin duda. Últimamente me cuesta encontrar historias con buenos personajes de verdad. David e Irene, para ser una novela erótica de la nueva ola, están muy bien como personajes.
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La verdad es que esa ola erótica te hace pensar que todo lo que publican va en la misma línea. Es una alivio ver que no. En cualquier caso no estoy segura de si lo leería o no. Besos
ResponderEliminarMarisa, sí, supongo que con la moda se publican muchos libros que, de otra manera, se quedarían en un cajón y eso, al mismo tiempo, hace que prejuzguemos algunas buenas historias. Es difícil distinguir...
EliminarBesotes
Me sigue pareciendo un libro piscinero, aunque me entretuvo bastante =)
ResponderEliminarBesotes
Shorby, es que es un libro piscinero, pero tampoco me esperaba más. Y dentro de los libros piscineros no está nada mal.
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Aquí no coincidimos, a mí me pasó lo contrario: no me creí la historia y menos a su protagonista. No me gustó el libro, pero me alegra ver que a ti sí.
ResponderEliminarUn beso!!
Carla, ¿no te creiste a Irene? Pues yo pensé que podría cruzarme con ella y ni enterarme...
EliminarUn besín
Pues no, que no me llama. Yo me quedo con la "Trilogía sucia de la Habana" de Pedro Juan Gutiérrez. Espíritus delicados, abstenerse, please
ResponderEliminarSorokin, pues no tenía yo constancia de esa trilogía. Pensaré si soy un espíritu delicado.
EliminarPues por fin me alegro de que sea la mujer la que domine y también de que hayas disfrutado con la novela. A mi no me va mucho el género erótico, pero a quien le guste y me pregunte, le diré que esta elección puede ser interesante.
ResponderEliminarBesos.
Azalea, es lo más decente que he leído de esta nueva ola que hay ahora y que, al menos a mí, me viene bien para desconectar.
EliminarBesines
Grey y sus secuaces ha hecho daño a la novela erótica. Yo me planto en Anain Nin, con los nuevos ni me arrimo, aunque me alegra ver que hay quien intenta dotar de historia y coherencia el contenido.
ResponderEliminarBesos
Ana, estoy contigo. Grey ha conseguido que mucha gente coja un libro por primera vez en su vida, pero también ha desprestigiado un género que ha dado trabajos sublimes, como los de Nin y Miller.
EliminarUn beso
No me gusta nada la novela erótica y no disfrutaría el libro; a pesar de la credibilidad de los personajes no es para mí, Dorothy.
ResponderEliminarBesos,
Carmen, a mí me gusta leer alguno cada cierto tiempo.
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Pese a que te han convencido esta vez, nado un poco saturada, asi que no creo que lo lea. Un besote!
ResponderEliminarMeg, ¡Fuera saturación!
EliminarUn besazo
¡Eh, mujer! que el dulce de leche es lo mas rico del mundo (bueno, del mío) y lo de grey es un vómito, solo una novelita rosa para adolescentes que sueñan en pescar un millonario y unas nalgadas de yapa para una idiota que lo único que hace es tropezarse y morderse el labio (perdón, pero me gusta mucho criticarlos, de hecho, por eso los leí).
ResponderEliminarConseguí un libro de Toni Bentley llamado La rendición. La comparan con mi amada Anais, aunque me parece que es solo porque son extractos de su diario. No recuerdo ninguna entrada de Nin en donde hablase de sodomía. Las mas impactantes para mí fueron sus palabras acerca del aborto y del incesto. Lo voy a leer la próxima semana.
Me prestaron este libro de Paula pero ya desconfío cuando aparecen millonarios... Aunque si a vos te gustó, lo intercalaré con los otros 133 que tengo para leer de urgencia.
Un abrazote.
unamujerwinco, que a mí el dulce de leche me pierde... Pero Grey va de duro y luego resulta que no lo es tanto, por eso lo decía... Si Bentley es comparable a Anais Nin, me lo apunto pero ya, porque me encantó cuando la lei, de adolescente. Quizás tenga que copiarte y volver a ella. Ya te digo que la novela de Paula Soler no es un Anais, pero se deja leer y pasas el rato. No aporta nada.
EliminarUn abrazo
Coincido contigo. Hay una historia que parece que en determinados géneros literarios se olvida y son unos personajes creíbles
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