La mujer con nombre de invierno coleccionaba piedras con forma de corazón. Corazones convertidos en piedra. Perdidos. Abandonados. Rechazados. Olvidados a la intemperie. Cicatriz sobre cicatriz sobre cicatriz... Piedras. A veces las acariciaba. Calientes. Intentaban recordar cómo latir.
Meg, y tanto que inspira una foto. Al principio le dije a Nieves que no la necesitaba, pero ayer, volviendo del trabajo en el coche me vino todo a la cabeza. me alegro de que te gusten, hay bastantes fotos de corazones aún por salir.
Nieves, mira que te dije que no la necesitaba, que tenía muchas... Ayer por la noche, en el coche, me vino todo a la mente y ahí está. Me alegro de que te guste.
Sorokin, a esa mujer la tienes justo en el comentario anterior. No sé yo si estará por la labor, como comencemos todos a dejarle los corazones agonizantes tendrá que salir de su casa para que quepan todos.
y es que objetos tan mundanos como las piedras acostumbran a despertar nuestra imaginación. Conozco gente que colecciona piedras de los lugares que ha visitado.
Marilú, la caza de corazones empezó hace mucho mucho tiempo y aún sigo con la cámara lista. Ayer cacé el último. Además, como has visto, se aceptan aportaciones. Me gusta que te guste.
Qué pasada, foto y texto :) Recuerdo que mi madre era de las que coleccionaban piedras cada vez que pisábamos la playa cuando era peque. Cada vez que veía alguna con alguna forma particular, se la llevaba para casa.
Norah, ¿cómo has podido perderlo así? ¿Y sin saber dónde estaba? Por desgracia, cuando perdemos el corazón sabemos perfectamente dónde está y la mayoría de las veces no depende de nosotros recuperarlo.
Besos ¡Y cuídalo bien ahora que lo has recuperado! ¿Una cadenita?
Preciosa foto y precioso relato, que da para muchas lecturas. Corazones convertidos en piedras por haber sido abandonados, rechazados, olvidados...? Me ha encantado! Besotes!!!
Carmen, lo de las frases cortas suele ser marca de la casa. Si te ha llegado al corazón es que no lo tienes de piedra, o no mucho aún. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Es increible lo que una foto puede inspirar, me encantan estas entradas. Un besote!
ResponderEliminarMeg, y tanto que inspira una foto. Al principio le dije a Nieves que no la necesitaba, pero ayer, volviendo del trabajo en el coche me vino todo a la cabeza. me alegro de que te gusten, hay bastantes fotos de corazones aún por salir.
EliminarUn besazo
Una preciosa foto acompañada de un mini relato muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo.
Mariuca, gracias.
EliminarUn abrazo
Preciosa foto. Besos
ResponderEliminarMarisa, sí, la foto de Nieves es muy bonita.
EliminarBesotes
Que hermoso.
ResponderEliminarHasta yo, en algún momento, quisiera tener el corazón de piedra y poderlo encerrar en una caja para no escucharlo ni latir.
Reve, que quieras tenerlo de piedra significa, precisamente, que seguramente no lo tendrás nunca, para bien y para mal.
EliminarQue puedo decir Dorothy... ¡Gracias!
ResponderEliminarHa sido una grata sorpresa.
:D
Nieves, mira que te dije que no la necesitaba, que tenía muchas... Ayer por la noche, en el coche, me vino todo a la mente y ahí está. Me alegro de que te guste.
EliminarMil besos
Por favor, Dorothy, dile a la mujer con nombre de tormenta invernal que si encuentra el mío, que me lo guarde unos días. A lo mejor revive. Gracias
ResponderEliminarUn beso a las dos
Sorokin, a esa mujer la tienes justo en el comentario anterior. No sé yo si estará por la labor, como comencemos todos a dejarle los corazones agonizantes tendrá que salir de su casa para que quepan todos.
EliminarBesos
Aquí estoy Sorokin, lo tengo a buen recaudo, haré lo posible para que cuando vuelvas a por él sólo encuentres felicidad y esperanzas en él.
Eliminar:)
y es que objetos tan mundanos como las piedras acostumbran a despertar nuestra imaginación. Conozco gente que colecciona piedras de los lugares que ha visitado.
ResponderEliminarA reveure
Sese, la imaginación no para cuando necesitas que lo haga. Yo también conozco de esos. Yo me traigo siempre un diario...
EliminarFins aviat
Aysss!! qué bonito, la foto y el fragmento, me gustan mucho estos momentos que nos regalas, veo que la caza de corazones sigue en marcha :)
ResponderEliminarUn beso
Marilú, la caza de corazones empezó hace mucho mucho tiempo y aún sigo con la cámara lista. Ayer cacé el último. Además, como has visto, se aceptan aportaciones. Me gusta que te guste.
EliminarUn besazo
Qué pasada, foto y texto :) Recuerdo que mi madre era de las que coleccionaban piedras cada vez que pisábamos la playa cuando era peque. Cada vez que veía alguna con alguna forma particular, se la llevaba para casa.
ResponderEliminarBesotes, buscadora de corazones :P
Rober, y seguro que no se llevaba las nubes con formas curiosas porque no podía cogerlas... Gracias.
EliminarBesos
Anda, y yo buscando mi corazoncito por ahí y mira quién lo tenía. La foto es muy chula y el texto genial.
ResponderEliminarBesos, Reina de las Nieves
Norah, ¿cómo has podido perderlo así? ¿Y sin saber dónde estaba? Por desgracia, cuando perdemos el corazón sabemos perfectamente dónde está y la mayoría de las veces no depende de nosotros recuperarlo.
EliminarBesos
¡Y cuídalo bien ahora que lo has recuperado! ¿Una cadenita?
Pues la mujer con nombre de invierno se hartaría de corazones de piedra, que abundan últimamente... Foto inspiradora, que has aprovechado bien
ResponderEliminarSaludos
Ana, la mujer con nombre de invierno me temo que tendría que contratar a un ejército para poder hacerse cargo de todos.
EliminarUn abrazo
Preciosa foto y precioso relato, que da para muchas lecturas. Corazones convertidos en piedras por haber sido abandonados, rechazados, olvidados...?
ResponderEliminarMe ha encantado!
Besotes!!!
Margari, me alegro. Muchísimas gracias.
EliminarUn besazo
Qué foto más bonita....y lo que te inspira claro.
ResponderEliminarUn beso!
Lesincele, gracias.
EliminarUn besazo
Muy bueno! Foto y texto enlazan perfectamente. Me ha llegado, en serio. 1beso!
ResponderEliminarTizire, me alegro de que haya sido así. Llegar no siempre es fácil, ni aunque te pinten el camino.
EliminarBesos
Brevedad. Metáfora. Frases cortas. Directo al corazón... ¿de piedra?
ResponderEliminarUn abrazo, Dorothy! Me ha gustado mucho.
Carmen, lo de las frases cortas suele ser marca de la casa. Si te ha llegado al corazón es que no lo tienes de piedra, o no mucho aún.
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado.
Un abrazo muy fuerte
Reflejo de las veces en que tuvo que convertir en piedra su propio corazón?
ResponderEliminarUn texto hermoso
Besos
Mientrasleo, todos hemos tenido que hacerlo alguna vez, ¿no?
EliminarMuchas gracias
Un beso