Reflexiones de Nora Ephron, la madre de Harry, Sally y su encuentro
Hace unos días falleció Nora Ephron, a la que nunca estaré suficiente agradecida por haber dado vida a Sally Albright y Harry Burns, los protagonistas de la maravillosa 'Cuando Harry encontró a Sally'. Aún hoy, tras varios años y decenas de visiones de la película, sigo sin tener clara la respuesta al dilema que plantea: ¿Pueden un hombre y una mujer (heterosexuales) ser amigos de verdad, sin que en algún momento ninguno de ellos quiera algo más? Quizás no llevamos los pantalones y cardados que aparecen en la película, pero es lo único que ha pasado de moda. El resto, las situaciones, los diálogos y las reflexiones, se repiten cada día en buena parte del planeta. También nos enseñó lo imposible, el amor en los tiempos de internet, en la maravillosa 'Tienes un e-mail', que tampoco me canso de ver. Pero Nora Ephron no era sólo una mujer de cine. Era, en realidad, una mujer de palabras, de frases, de diálogos, de páginas. Escribía y escribía. Y no únicamente para el cine. Publicó 'Ensalada loca' y 'Scribble Scribble', compendios de artículos periodísticos, y 'Se acabó el pastel', una novela que le sirvió como catarsis tras su divorcio de Carl Berstein (quien destapó, junto a Bob Woodward, el caso 'Watergate').
Hoy os traigo aquí su último libro, 'El cuello no engaña', en el que Ephron reflexiona, con humor a veces y con crudeza en otras, sobre el paso del tiempo, eso que nos agobia tantísimo a las mujeres. Un libro en el que las que empiezan a mirarse el cuello con preocupación se sentirán comprendidas. En el que las que ya pasaron ese momento recordarán con nostalgia aquella época en la que sólo era el cuello lo que les angustiaba. En el que las que aún tienen una piel tersa podrán ver su futuro. Quizás si algunos hombres lo leyeran serían más conscientes de lo mal que llevamos los años y se ahorrarían alguno de esos comentarios que ellos califican como "sólo era una broma" y que nosotras recibimos como una puñalada en nuestra, por lo general, ya maltrecha autoestima. 'El cuello no engaña' no es un libro sobre estética, ni mucho menos, eso no sería propio de Ephron, sino que va más allá. Es un contundente y divertido retrato, en forma de artículos, de los efectos del paso del tiempo en las mujeres en el que tienen cabida los hijos, los bolsos, encontrar un apartamento, las mudanzas, el éxtasis, algún pastel y hasta John Fitzgerald Kennedy.
Hoy os traigo aquí su último libro, 'El cuello no engaña', en el que Ephron reflexiona, con humor a veces y con crudeza en otras, sobre el paso del tiempo, eso que nos agobia tantísimo a las mujeres. Un libro en el que las que empiezan a mirarse el cuello con preocupación se sentirán comprendidas. En el que las que ya pasaron ese momento recordarán con nostalgia aquella época en la que sólo era el cuello lo que les angustiaba. En el que las que aún tienen una piel tersa podrán ver su futuro. Quizás si algunos hombres lo leyeran serían más conscientes de lo mal que llevamos los años y se ahorrarían alguno de esos comentarios que ellos califican como "sólo era una broma" y que nosotras recibimos como una puñalada en nuestra, por lo general, ya maltrecha autoestima. 'El cuello no engaña' no es un libro sobre estética, ni mucho menos, eso no sería propio de Ephron, sino que va más allá. Es un contundente y divertido retrato, en forma de artículos, de los efectos del paso del tiempo en las mujeres en el que tienen cabida los hijos, los bolsos, encontrar un apartamento, las mudanzas, el éxtasis, algún pastel y hasta John Fitzgerald Kennedy.
"No soporto mi cuello. No me gusta nada. Si me lo vierais, a vosotras tampoco os gustaría, pero seguramente no me diríais nada por educación. Y si yo os dijera algo, algo como 'Es que no lo soporto, no lo soporto', sin duda responderíais con amabilidad: 'No sé de qué me hablas'. Mentiríais, por supuesto, pero yo os perdonaría. Yo digo mentiras así todo el tiempo, sobre todo a las amigas que me confiesan su preocupación porque tienen pequeñas bolsas debajo de los ojos, o papada, o arrugas, o michelines en la cintura, y me preguntan si deberían operarse los ojos, hacerse un lifting, o una liposucción, o ponerse Botox. Mi experiencia me dice que 'No sé de qué me hablas' es un código que significa 'Te entiendo muy bien, pero si crees que me vas a liar para que te aconseje, estás loca'. Es muy peligroso entrar en esos asuntos, como todas sabemos."
Título: 'El cuello no engaña'
Autora: Nora Ephron
Editorial: Alba
Páginas: 223
Precio: 10€
Conocía su faceta como directora pero como escritora no.
ResponderEliminarEl libro me parece interesante, aunque quizás para leer más adelante, porque el tema de la edad a pesar de que soy joven, me trae de cabeza desde el día que cumplí 10 años. Si sí 10 años. Porque mis padres me repetían continuamente que al cumplir dos cifras ya sería mayor, y que llorera ese día...siempre he tenido complejo de Peter Pan y la verdad es que aun ahora sigo siendo bastante niña, no quiero perder del todo esa faceta.
Estupenda entrada, besotes ^^
MAV, ¡y yo que pensaba que era precoz en esto de la preocupación por los años porque había empezado a los 15! Está bien ser un poco Peter Pan, es más alegre que ser conscientes de la realidad adulta.
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Me ha gustado la frase y no conocía la novela. Pero al final refleja los pensamientos de muchas mujeres
ResponderEliminarhttp://adivinaquienlee.blogspot.com.es/
Albanta, creo que no debe haber mujer en el mundo que no se preocupe por los años, las arrugas, los michelines, la piel de naranja, la ley de la gravedad...
EliminarUn beso
No conocía el libro y la autora por el nombre casi tampoco. Sus películas, inolvidables.
ResponderEliminarBesos,
Carmen, las películas de Nora son una maravilla, para verlas una y otra vez sin cansarse.
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Yo creía que era más jovén, creo que ha fallecido con 71 años, pero es que sus diálogos y su manera de escribir eran "chispeantes" He leído Se acabó el pastel, pero este no, espero tener la oportunidad de leerlo, estoy segura que me gustará.
ResponderEliminar¡Buen homenaje!
Besitos
Ely, sí tenía 71 años, pero es verdad que era muchísimo más joven de espíritu. Yo le tengo ganas a 'Se acabó el pastel'. A ver si lo encuentro por ahí. Muchas gracias.
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Me encantan sus películas, como bien dices siguen igual de actualidad, pero no tenía ni idea de que también escribiera, parece un libro divertido. Bsos
ResponderEliminarCarol, es un libro con mucho humor pero también con grandes dosis de cinismo de algún punto duro. Es divertido, pero te hace dar vueltas a las cosas.
EliminarUn beso
Qué penita me dio cuando conocí la noticia. Cuando Harry encontró a Sally y Algo para recordar, mis favoritas. Sus frases, sobre todo las de Billy Cristal en Cuando Harry... inolvidables.
ResponderEliminarBesos
Lu, es verdad que las frases de Billy son fabulosas en esa película. Yo prefiero 'Tienes un e-mail' a 'Algo para recordar', que también me encanta. Yo también sentí penita.
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Vaya qué pena... bueno amiga, ánimos!! Bss
ResponderEliminarMariCari, una penita, sí.
EliminarUn beso
No conocía el título, me lo anoto....Hice exactamente la misma reflexión sobre l amistad entre hombre y mujer en su día a colación de la película, lo enlace en mi post, en definitiva, sí que creo que es posible...Un besote!!!
ResponderEliminarMeg, ahora me pasaré a leerte. Pero yo soy de las que piensan que es muy muy muy muy difícil que eso sea posible. Cuando te ríes con alguien, hablas durante horas, comparte sconfidencias y momentos inolvidables es complicadísimo no enamorarse o ilusionarse con esa persona y estropearlo todo.
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Me encantan sus películas, pero no conocía su faceta de escritora. El libro tiene pinta de ser divertido y de contar grandes verdades, me ha gustado la cita que has puesto.
ResponderEliminarUn beso!!
Carla, el libro cuenta grandísimas verdades y es divertido, aunque tiene momentos crudos.
EliminarUn besote
Sus películas las he visto varias veces. Que no me canso de verlas. Pero no sabía que también escribía. Me apunto el libro, que por lo que cuentas, creo que me va a gustar. Sobre todo por el cinismo que mencionas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, era periodista, trabajó en el New York Times y, aunque sólo publicó una novela, tiene varios libros de artículos. Éste recoge los relacionados con las cosas que más preocupan a las mujeres. Y sí, ¡Viva el cinismo! Aunque a muchos no les guste.
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Yo tampoco la conocía como escritora, sí como directora aunque aún no he visto "Cuando Harry encontró a Sally". Aunque la tengo por ahí, me han entrado ganas y el fin de semana es largo.
ResponderEliminarNo sé si me acaba de llamar del todo el libro pero eso sí, prometo no meterme con el cuello de ninguna dama de ahora en adelante. Aunque creo que no lo he hecho nunca xD
Un besín
Rober, es que es un libro más para mujeres que para hombres, la verdad. Ni con el cuello ni con ninguna otra parte, por favor, a no ser que sea en defensa propia.
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Es verdad, me dio pena el otro día cuando me enteré. Sobre lo de la amistad entre hombres y mujeres... Es complicado. Pero yo tengo buenas amigas con las que únicamente hay eso, amistad.
ResponderEliminarGoyo, no digo que no pueda existir, pero sí que es muy difícil que, con el paso del tiempo, no surja el interés por alguna de las dos partes.
EliminarBesines
Hola, Dorothy!
ResponderEliminarGracias por la referencia, aunque no sé si me termina de convencer el libro. Aunque, como dices, también estoy un poco obsesionada con el paso del tiempo y la aparición de las primeras canas y arrugas, me resisto un poco a dejarme llevar por la evidencia de la degeneración del cuerpo y prefiero pensar en las cosas buenas que aportan los años. Así que, me da que si leo el libro, me va a hacer notar aún más mis arrugas jaja :-) De todas formas, gracias por la referencia.
Petons i bon cap de setmana!
Dona, no es un libro para todo el mundo. Habla de lo malo de los años, pero también de lo bueno de la experiencia. Ley de compensación, lo que pierdes en tersura lo ganas en personalidad. ¡Quién tuviera el cuerpo de los 20 a los taitantos! ¡O la experiencia de los taitantos a los 20! Nos comeríamos el mundo...
EliminarUn besazo
Pues siempre que nos deja alguién, es triste, pero ella deja un gran legado para muchas personas , lo cierto es que no he leído nada de esta autora, me da que no me va a gustar mucho,pero nunca se puede decir nunca verdad??? bsss, que pases un feliz finde.
ResponderEliminarJota, guárdatela en la cabeza para cuando tengas un bajón con el tema de los años. Seguro que te anima.
EliminarUn beso
Una lástima, muchos nos quedamos apenados por esta pérdida. El libro que nos traes no lo conocía pero creo que estará genial leerlo. Gracias. Un beso
ResponderEliminarMarilú, es una pena. El libro es divertido y muy cínico, aunque a veces también muy duro.
EliminarUn besín
Yo, como siempre -una vez más-, me apunto tu recomendación pues sé de sobra que me han de resultar interesantes las lecturas que nos propones, los paisajes humanos que me descubres, las historias con alma que, como siempre -una vez más- nos traes de la mano, como la cercana e interesantísima reseña de “EL ABANICO DE SEDA” por ejemplo…
ResponderEliminarSin embargo…
Sin embargo me voy a apartar un poco del guión (nunca mejor dicho aprovechando que has estado paseando con Nora Ephron) y voy a dar la vuelta a tu pregunta íntima sobre si…. pueden un hombre y una mujer (heterosexuales) ser amigos de verdad, sin que en algún momento ninguno de ellos quiera algo más? Vaya por delante que yo creo que sí. No sólo creo... SOY firme partidario y defensor de esa idea… Pero me permito, como decía, darle la vuelta al argumento y plantear la cuestión inversa: Pueden un hombre y una mujer ser amigos de verdad, después de que entre ellos haya terminado la relación que mantenían?
Besos...
Ramón, gracias por tus hermosas palabras. Yo, que vivo el amor y la pasión con intensidad, creo que no es posible, no, al menos, amigos en la misma medida en que lo eran antes de que hubiera una relación, y no, desde luego, cuando uno de los dos empieza otra relación. Pero quizás se deba a mi manera de vivir estas experiencias. Si no estoy con alguien es porque me ha hecho daño, ergo, no vuelvo a confiar en él, ni como pareja ni como amigo, o porque le he hecho daño, ergo, me siento tan culpable, que nunca podría ser amiga porque con él recordaría esa culpabilidad y no estaría cómoda. Tiendo a los extremos. Me muevo por emociones. No entiendo esos puntos medios.
EliminarUn beso
Otra Gran Entrada.
ResponderEliminarSin duda alguna, la autora era una visionaria de la realidad social (aunque no he visto las pelis pero sé de que tratan, me he permitido la mala licencia de hablar de algo que desconozco).
Las pregunta tan interesante que te planteas es de difícil solución, como todas las preguntas interesantes. Creo que es posible y mucho más para las personas que necesitan un físico que acompaña a la personalidad.
Para mí es muy difícil de conseguir, porque si considero a una chica mi amiga es que me llega al corazón, por lo tanto tengo que luchar para que no surja la atracción, si es que quiero luchar.
Siempre he idealizado a mis amigas y las he deseado de una manera u otra, aunque nunca haya pasado nada o no se lo haya confesado o confiese nunca. Aunque esas cosas se notan y puedes pasarte una vida de amistad sabiéndote desead@ y sin poner remedio, para que no haya un final o por respeto a terceras personas...
Tema muy interesante.
Por cierto, en el medio de Internet se pueden disimular más las caídas de ojos o las mejillas rojas.
Por último, la conclusión que extraigo de tus reflexiones es que... ¿nuestra amistad no es pura 100%? Vaya chasco :(
Un beso de amigo ilusionado.
Señor Davivlio, ahora que anda usted buscando nuevos horizontes... ¿se ha planteado hacerse fiscal del estado? ¿abogado del diablo, quizás? Porque ya me dirá cómo puedo defender nuestra amistad y ser coherente al mismo tiempo.
ResponderEliminarEstoy contigo, las personas que necesitan la belleza exterior para enamorarse lo tienen más fácil, no hay muchas Irinas Shayks y Jones Kortajarenas paseándose por el mundo. Y mucho menos en todos los grupos de amigos. Pero, ¿y los demás? ¿Los que no necesitamos eso? ¿Los que nos enamoramos porque alguien nos mira bonito, nos regala una piruleta de corazón el día que estamos tristes, se ríe de las cosas de las que sólo tú te ríes o disfruta bebiendo vino de tu misma copa? ¿Qué pasa con nosotros? Mis dos grandes amores han sido amigos antes que otra cosa. Grandes amigos. Y, claro que le di muchísimas vueltas, pero no hubiera podido callarme ese sentimiento durante años. Nunca he podido. Soy transparente. Aunque no lo dijera se me habría notado y me hubiera sentido aún más ridícula que habiéndolo confesado abiertamente. Y soy impulsiva. Y entre amigos que sienten algo más hay momentos que no puedes evitar. Para mí, el silencio sólo es válido si hay terceras personas.
Lamento mucho el chasco, pero no, nuestra amistad no es 100% pura. Si eres un hombre heterosexual nuestra amistad sólo es pura al 99,99%. Es casi lo mismo, ¿no?
Por cierto, ¿estás de verdad seguro de que en Internet se pueden disimular las caídas de ojos y las mejillas sonrojadas?
Un beso de amiga esperanzada
Intentaré no hacer uso de esta información tan valiosa, e intentaré no aprovecharme de esa genial diezmilésima (impura) parte.
EliminarNo, no estoy tan seguro de que se puedan disimular :S