Si duele, cura


@Martatorresmol

Si duele, cura. El dolor es necesario. Vital. Si duele es que sigues ahí, luchando. El dolor, como el miedo, mejor cerca. Latentes. Pero ahí. El miedo te mantiene alerta. El miedo indica que tu instinto de supervivencia está sano. Pocas cosas me darían más miedo que no tener miedo. Y que no sentir dolor. Si te duele el cuerpo, es que sigues viva. Si te duele el alma es que, por suerte, no eres un robot. La sociedad en la que vivimos no tolera el dolor. Ni el propio. Ni el de los demás. He perdido la cuenta de las benzodiacepinas y barbitúricos que me han ofrecido en las dos últimas semanas. Y de las caras de sorpresa al rechazarlo todo. Al justificar que el dolor hay que pasarlo, que anestesiarlo no sirve de nada porque entonces se queda, se hace bola y te sorprende luego, el día menos pensado, explotando. Revenido e iracundo. Incontrolado. El dolor pasa. Se agarra a ti al principio. No sabe cómo sujetarse. No se está quieto. Se revuelve. Te aprieta con sus manos heladas para no caerse y te deja sin respiración. Busca calor. Encuentra su sitio. Se acomoda. Se queda quieto. Procura no molestar más de la cuenta. Y te acostumbras. Sabes que ocupa ese hueco que se te ha quedado vacío. Intentas echarlo, pero entonces entiendes que el dolor está ahí por ti. Porque si no llenara ese espacio huérfano, si no lo calentara con tus lágrimas y tu rabia, se pudriría. Y te pudrirías. Así que lo dejas tranquilo. Haces todo lo imposible para que duerma todo lo que pueda. Incluso le cantas nanas para que te deje descansar. Y respirar. Y el dolor, arropado y comprendido, casi querido, se diluye. Cálido. En ese hueco que, lleno de dolor, parece menos lleno de ausencia. Si duele, cura.

Comentarios

  1. Hoy en día es meta innegociable ser feliz. Y si no, ya has fracasado y encima es que vas de víctima.
    Pues sí. A veces se tiene que sentir para que siga su proceso pero lo justo. Si es dolor físico ya es otra cosa, no se le puede dejar camino libre, lo devorará todo.
    Besotes y ánimo.

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    1. Norah, hay veces que te ocurren cosas que requieren su duelo. Y tengo la sensación de que, en la sociedad actual, ni siquiera se respeta ya eso. Y es necesario. Todo tiene su proceso.

      Un besazo. Y gracias.

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  2. El dolor del alma hay que pasarlo, hay que sufrirlo para poder superarlo. Si no, nunca se supera, nunca se pasa. Se queda ahí, escondido, haciendo más daño.
    Besotes!!!

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    1. Margari, eso pienso yo, pero parece que en esta época que vivimos no se tolera ningún dolor.

      Besos

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  3. Por aquí paso a leerte y ver lo que me perdí :)

    Besitos !!

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  4. El dolor es, sobre todo, un amigo nocturno. Durante el día se mantiene discreto, agazapado, como un rumor. Pero, por la noche, ¡ay, por la noche! en el silencio de tu alcoba, se te enrosca en los pliegues de tu espíritu, te acosa, te corta el aliento...
    Ánimo. Se acaba venciéndolo y con el tiempo ya solo puede acosarte como un sabor amargo.
    Besazos Dorothy

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    1. Sorokin, el dolor quiere ser tan buen amigo que está siempre contigo cuando estás sola. Hay que dejarlo estar, servirle una copa, dejar que se ponga cómodo y esperar a que se duerma.

      Besines

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  5. El dolor que trisca la partitura del alma puede llegar a ser tan profundo que hace nimio el dolor físico que desaparece con la brisa o la ventisca. Es por ello, que en el pasar de los años nos cubramos forjado en hierro una tela que haga que el corazón herido no derrame más gotas de sangre y enseñemos la patita para no ser devorados por las dentelladas negras de la amargura.

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    1. Sátiro (creo que te conocía por otro nombre), nunca lucí vestiduras forjadas, ni cotas de malla. Nunca las quise, tampoco. Ni para mí ni para mi corazón. Prefiero la seguridad del dolor que la garantía de ser inexpugnable.

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