'La gente feliz lee y toma café', adelante y al norte
Un duelo. Eso es ‘La gente feliz lee y toma café’, una novelita de Agnès Martin-Lugand que se lee de una sentada, sólo parando para intentar aventurar cómo reaccionarías tú ante una desgracia como la suya. Lo empecé con un café con leche frente al mar, esperando una de las primeras barcas de la mañana a Formentera. Veinte minutos de relax antes de una agotadora jornada de trabajo en los que no pude evitar las lágrimas al leer, en las primeras páginas, cómo Diane pierde a su marido y a su hija en un accidente. Cómo se despide del amor de su vida en la cama de hospital. Y cómo se enfrenta a su familia, negándose a ir al funeral, a cambiarse de ropa, a salir, a seguir con su vida, a mantener su negocio… (Sí, suena a melodrama y a película mala de fin de semana por la tarde, lo reconozco) Un año después, y a pesar de los esfuerzos de su socio y mejor amigo Félix, su actitud sigue siendo la misma. Hasta que estalla. Hasta que no puede más con los reproches, con las críticas, con la condescencia… (Qué malo es cuando todo el mundo sabe mejor que tú qué tienes que hacer para superar un duelo) Y decide huir. Al norte. A Irlanda. Al frío. A todo aquello que ella detesta pero su marido adoraba. Y ahí, en un pueblo diminuto escogido al azar en el que es la rara, la extranjera, la novedad, la que esconde un gran secreto, comienza de verdad su duelo. Y ahí el libro se convierte en una especie de comedia romántica en la que sabemos, más o menos, porque llevamos muchas comedias románticas a nuestras espaldas, qué va a pasar, quién hará qué, qué obstáculos habrá… Y ahí es donde, paradójicamente, aunque el libro empeora, se vulgariza y se convierte en uno más, no puedes dejar de leer porque quieres confirmar aquello que crees que sucederá y porque quieres que a Diane le sea fácil empezar de nuevo porque es lo que querrías para ti misma aunque estés casi segura de que, en su situación, tú no irías al norte. Tú irías al sur, siempre al sur.
“Se marcharon armando jaleo por las escaleras. Después supe que seguían haciendo el bobo en el coche, justo antes de que el camión les embistiera. Me dije a mí misma que habían muerto riendo. Me dije que hubiese querido estar con ellos. Y un año depués me seguía repitiendo todos los días que hubiera preferido morir a su lado. Pero mi corazón latía con obstinación. Me mantenía con vida. Para mi gran desgracia.”
Título: ‘La gente feliz lee y toma café’
Autora: Agnès Martin-Lugand
Editorial: Alfaguara
Páginas: 200
Precio: 17€
Procedencia: préstamo Marian
Éste lo leo... en cuanto acabe Haru, que ya me está costando.
ResponderEliminar¡Saludos!
Laura, éste se lee fácil y rápido. En un par de horas, como mucho.
EliminarSaludos
Pues mira... la ver si va a ser cierto... es una buena teoría, un buen título. Segugro que un libro genial
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Besos
Nieves, el título es el nombre que Diane y su amigo Félix le ponen al café-librería que regentan en Francia. Pero a la protagonista le hacen falta muchos libros y muchos cafés.
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La verdad es que aunque me llama la atención me parece demasiado triste y no me apetece. Me temo que empatizaría mucho con Diane y lo pasaría francamente mal.
ResponderEliminarBesos!
Seveth, es triste, muy triste, sobre todo el principio, y también algunos momentos del final. Si empatizarías mucho, mejor no, o sí, supongo que al final se trata de eso, de empatizar con los personajes.
EliminarBesos
Pues mira que íbamos bien hasta que llegamos a Irlanda donde me imagino que después de un poco de incomodidad inicial encuentra un trabajo, el amor y amigos adorables. Con el principio de la reseña me estaba conmoviendo por imaginar ese dolor insoportable mezclado con la estampa idílica de tu inicio de día.
ResponderEliminarPara cuando quieras un duelo acuérdate de los Halcones.
Besos Dorothy Brönte
Norah, te voy a confesar algo. No he querido abundar mucho en la segunda parte, la de Irlanda, por no espoilear (que me perdonen la RAE y todos sus diccionarios), pero no hay trabajo, amir ni amigos adorables. Al revés, hay mucho genio (porque menuda es Diane) y muchas broncas (porque menudos son los demás también). Nada es tan rosa como pensaba que sería.
EliminarBesos
PS: siempre me ha gustado sentarme a leer en el puerto
Como a Norah, ese principio de la reseña me estaba convenciendo. Pero cuando se convierte en comedia... Ahí me parece que no. NO creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, a mí me ha parecido que, en algunos momentos, adoptaba el tono de comedia por algunos comportamientos de la protagonista. Es una lectura a la que creo que se le podría haber sacado más partido. Mucho más.
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Al principio, cuando conocí este libro, me apeteció mucho leerlo, luego he visto comentarios que lo llevaron al nivel del "no" y aunque tú me lo planteas desde una perspectiva algo más amable, creo que seguirá siendo "no", más que nada porque hay mucho que leer.
ResponderEliminarUn abrazo
Ana, es un libro de esos que se lee rápido y se olvida a la misma velocidad. Tiene momentos buenos, pero es bastante desigual.
EliminarAbrazos
El planteamiento inicial me ha recordado a "La delicadeza". No sé: puede que lo lea.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat, el inicio es similar, pero luego no tiene nada que ver. Éste creo que es un poco más crudo, aunque debo decir en su favor que empatizo mucho más con esta protagonista que con la de 'La delicadeza'.
EliminarAbrazos
Me ha pasado lo mismo que a Norah, al llegar a la parte de Irlanda no me ha llamado demasiado, creo que mejor lo dejo pasar, que tengo mucho pendiente >.<
ResponderEliminarSaludos!
Letraherido, es un libro que está bien para desintoxicarse entre lecturas más densas o para descansar. Más allá de eso, no sé si tiene mucho sentido leerlo.
EliminarSaludos
Lo tengo desde hace siglos sin leer, a ver si me pongo, porque curiosidad tengo, aunque no sé el motivo, en esta reseña me ha recordado un poco a "Posdata: te quiero". Un besote.
ResponderEliminarMeg, no he leído 'Postdata: te quiero', pero éste es un libro ideal para desconectar en una tarde de lluvia en casa con manta y taza de lo que sea. Se lee en un par de horas, no requiere el consumo de muchas neuronas y no tiene efectos secundarios.
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Tengo una amiga que se llama igual, Agnès Martin, solo que es fotógrafa, pero como la foto de la portada es tan buena, me dije ¡tate! a ver si es ella la autora... pero no, es otra Agnès. Y como no es de mi amiga y el tema no me fascina, creo que voy a pasar.
ResponderEliminarBesos
Sorokin, pues nada, no hace falta que digas más.
EliminarBesos
Pues yo siento mucha curiosidad por este libro. ES verdad que tiene un inicio duro pero bueno luego ya vemos... En fin, que me lo anoto. Besos
ResponderEliminarMarisa, tiene un inicio duro, luego parece que mejora y al final... Bueno, mejor no te avanzo nada del final. Se lee fácil, es lo bueno que tiene.
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Para mi esta historia tiene altibajos, le sobra alguna escena y le falta profundizar en otras.
ResponderEliminarLa parte emotiva consigue que llegue al lector.
Algo exagerado el contraste Irlanda Francia.
Y el título deja la sensación de que el contenido va a ser otro.
Aún así es de las novelas que vale la pena leer.
Un abrazo
Blanca, ese contraste a mí me gustó y me pareció muy interesante la protagonista. Me la creo mucho más que otros personajes que llevan la pérdida con languidez y resignación. Creo que el libro hubiera mejorado muchísimo con algunas indicaciones y algunos cambios, pero bueno.
EliminarAbrazos