Otro Zarraluki, por favor

Cada vez que empiezo a leer un libro de Pedro Zarraluki me acuerdo de lo mucho que me gusta. Hasta ese momento es un escritor en el que no pienso. Sólo cuando me tropiezo con una de sus novelas en la estantería de una librería me acuerdo de él, me vienen a la cabeza las sensaciones que me provocaron sus novelas y, sobre todo, sus personajes, y no puedo evitar llevármelo a casa. En 'Todo eso que tanto nos gusta' ha vuelto a sorprenderme, y mira que lo sabía, la facilidad con la que surgen los personajes de las manos y la cabeza de Zarraluki. Y es que no es fácil encontrar libros en los que, en una sola frase (dos a lo sumo) sepas cómo viste, cómo se mueve, cómo respira, qué piensa... 'Todo eso que tanto nos gusta' llegó a mis manos de casualidad. Era el único libro decente entre decenas de Dan Browns y Nora Roberts en el exiguo apartado de libros en español del aeropuertode Zurich. En el momento en que mi madre me dijo "¿Y éste?" no necesité nada más. En los escasos segundos que transcurrieron hasta que lo tuve en mis manos tuve la certeza de que me gustaría. Y así ha sido a pesar de que 'Todo eso que tanto nos gusta' no es más que la historia de dos hombres, un padre en edad de jubilarse y un hijo en edad de divorciarse, buscando una nueva vida. El primero conscientemente. El segundo, arrastrado por el primero. Más allá de eso, la cotidianeidad que tan bien se le da al escritor catalán: una taxista a punto de casarse, una prostituta con buen corazón, una dura propietaria de hostal, una italiana guapa y millonaria que colecciona obras de arte, un médico de pueblo, una mujer reconquistando a su marido, un hombre que viaja con los libros...
Título: Todo eso que tanto nos gusta
Autor: Pedro Zarraluki
Editorial: Destino
Colección: Áncora y Delfín
Páginas: 304
Precio: 20 euros

Comentarios

  1. Me lo apunto, ya!! Intuyo que me gustará. Estas historias de gente que se replantea la vida, que intenta volver a empezar... me gustan. No te me enfades pero... ¿sabes que no me sonaba de nada el autor? Imperdonable, verdad?
    Un beso,

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  2. Si quieres, pásate por mi blog. Te he dejado un premio...
    Un beso,

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. De imperdonable nada, Carmen. Yo lo conocí de casualidad, porque vino a presentar otra novela ('Un encargo difícil') al espacio cultural del diario en el que trabajo. El presentador leyó un fragmento y necesité comprarla. Si no hubiera sido por eso, tampoco lo conocería.
    ¿Un premio? ¡Qué nervios! Paso volando.
    Un beso

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  5. Este libro me gustó mucho. Y me pasa un poco como a tí, que de no tener delante un libro de él no pienso en el (jejeje) el caso es que hace pocos días ha estado en el Instituto de mi hija y los chavales han salido encantados con él y con su obra.

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