Los libros olvidados*
@Martatorresmol |
Marta Torres Molina | Ibiza
Nadie ha leído nunca el ejemplar de 'Les detallades vores del camí', de Marià Villangómez, que hay en la biblioteca Vicent Serra y Orvay, de Sant Jordi. Lleva dos años y medio confinado en el mismo estante del apartado de poesía en el que lo colocaron Joana Guirado y Anna Ribas, las bibliotecarias, cuando llegó. Nunca ha cruzado la puerta. Nunca ha visto el cielo, ni ha ido en coche, ni se ha mecido en ninguna bolsa de mano de camino a la mesilla de noche de algún lector. Nunca ha sentido el calor de unos dedos pasando sus páginas con aprecio. 'Les detallades vores del camí', una antología de poesía del escritor ibicenco, es uno de los libros olvidados de las bibliotecas de las Pitiusas. «Es una pena, es pequeñito, muy bonito», comenta Anna, que hace un poco de autocrítica: «En este caso, que no haya salido nunca quizás es culpa nuestra. No lo hemos puesto a la vista». Con esto quiere decir que nunca lo han colocado en la mesa de recomendaciones de la entrada. No hay libro que no pase por allí y no se lo lleve alguien a casa.
No es el único volumen huérfano de lectores que acumulan las estanterías de Sant Jordi. Muchos de ellos son libros de divulgación científica o ensayo: «Es difícil encontrar novelas que no hayan salido porque cuando llegan las exponemos y, además, como las vamos recomendando, van saliendo». 'Casa saludable', de Mariano Bueno; 'Jugar a ser dioses. Los dilemas morales de la ciencia', de Salvador Macip, y 'Érase una vez el zorro y el erizo. Las humanidades y la ciencia en el tercer milenio', del científico, paleontólogo y divulgador Stephen Jay Gould, tampoco se han prestado jamás. A las bibliotecarias les sorprende especialmente el caso del primero, puesto que hay otros libros de este mismo autor que tienen mucho éxito. Un misterio. Anna y Joana consideran que es una pena que 'El Islam', de Karen Armstrong, no se haya prestado nunca, sobre todo porque la autora «conoce mucho las religiones, las explica muy bien» y consideran que es un buen libro, en el momento actual, para entender el mundo. Las bibliotecarias señalan que mucha gente no se atreve con los libros de divulgación científica y de ensayo porque creen que son complicados de leer. «Hay de todo, pero algunos son muy interesantes, están muy bien escritos y se leen rápido», apunta Anna.
Aunque les cuesta, finalmente encuentran una novela que nunca ha salido de la biblioteca: 'Doble o res', de Manuel de Pedrolo. Lleva ya seis años sin moverse del espacio en el que lo colocaron cuando llegó. Anna explica que es difícil no sólo porque las novelas salen con mucha más facilidad, sino porque con la falta de espacio que hay en las instalaciones, cuando ven que un libro no tiene mucho éxito, lo bajan al almacén. La auxiliar de la biblioteca de Sant Jordi no puede evitar recomendar un libro que se ha prestado muy poco y que, a ella, le encantó: 'La casa vacía', de Algernon Blackwood. «Es un escocés al que su padre le dijo que o trabajaba o se buscaba la vida. Se fue a Canadá y se quedó impactado por la naturaleza, por su poder, y en sus relatos la trata como un ser vivo», explica.
La sección de libros escondidos
En la biblioteca de Cas Serres a estos títulos los llaman «Libros escondidos». De hecho, tienen una sección propia. Un espacio donde cada cierto tiempo exponen títulos que no han salido nunca (o muy poco) para animar los usuarios a llevárselos a casa. A leerlos. A descubrirlos. «Normalmente, cuando los sacas, cuando los pones a la vista, la gente los coge», afirma Pepe Garibo, técnico de esta biblioteca.
Algunos de los «Libros escondidos» que se han expuesto hasta ahora han sido 'Caperucita al desnudo', de Catherine Orenstein; 'En los mares del sur', de Robert Louis Stevenson; 'Si la naturaleza es la respuesta, cuál es la pregunta', de Jorge Wagensberg; 'El país de los cuentacuentos', de Dario Fo; 'El bello oficio de hacerse viejo', de Elena Pita; 'Llámalo sueño', de Henry Roth; 'Las noches', de Gerad Reve, o 'El viajero más lento', de Enrique Vila-Matas. «Estos libros no es que no se hayan prestado nunca, es que con el paso del tiempo quedan arrinconados entre el resto de libros y como no están a mano, no salen. Con esta iniciativa lo que queremos es sacarlos de su rincón y que la gente los vea. Con este pequeño gesto el libro vuelve a vivir y sale en préstamo. Muchas veces el éxito o fracaso no está en su calidad, está en la visibilidad que le damos», apunta Garibo, que avanza algunos de los títulos que podrían estar en próximas ediciones de los «Libros escondidos»: 'Andar (o el arte de vivir una vida salvaje y poética)', de Tomás Espedal; 'Las minas del rey Salomón', de Henry Rider; 'Hermano de hielo', de Alicia Kopf, y 'Cartas a Milena', de Franz Kafka.
Modas y recomendaciones
Manuela Boned, bibliotecaria de Sant Antoni, lamenta ver constantemente en las estanterías libros «magníficos» como 'Solitud', de Víctor Català (pseudónimo de Caterina Albert); 'Tiempo de silencio', de Luis Martín-Santos, o las grandes obras de escritores como Hermann Hesse ('El lobo estepario', 'Bajo las ruedas'...), Albert Camus ('La peste', 'El extranjero'...) o Miguel de Unamuno ('Niebla', 'La tía Tula'...). No ver nunca en manos de nadie –«excepto cuando les obligan»– 'La Regenta', de Leopoldo Alas Clarín, o 'El árbol de la ciencia', de Pío Baroja, también le duele. Boned explica que la lectura de algunos libros va «por tandas» y que se producen situaciones «curiosísimas» como que libros que han tenido lista de espera porque todo el mundo los quería leer en un momento dado, una vez pasada la moda, pueden pasar años sin que nadie los reclame. Es lo que le ha pasado, por ejemplo, a 'La catedral del mar', de Ildefonso Falcones, explica la bibliotecaria, que confiesa que un libro que casi no se presta y que ella recomendaría es 'Opus nigrum', de Marguerite Yourcenar.
'Historia de la lectura en el mundo occidental' sólo ha salido de la biblioteca de Can Ventosa en dos ocasiones desde que llegó hace ahora cuatro años, lamenta Fanny Tur, responsable de este servicio. Habla de este libro y se nota que se le rompe el corazón al imaginarlo tan abandonado. «Es apasionante para los amantes de la lectura. Recoge toda la tradición literaria oral, la imprenta, la alfabetización, la lectura en la época medieval...», insiste Tur, que reconoce que, a veces, influye mucho dónde está colocado el libro: «Lo cambias de sitio y la gente lo coge». También sobre literatura, en este caso sobre escritores, trata 'Las armas y las letras', de Andrés Trapiello, otro de los títulos que más le apena que no lo lea más gente.
Tur explica que, como en todas las bibliotecas también se dan casos extraños, como que de un mismo autor haya libros que se presten mucho y, otros, prácticamente nada. En Can Ventosa pasa con el filósofo Julián Marías. Mientras 'La mujer y su sombra' ha pasado en los últimos años por decenas de manos, 'La justicia social' permanece olvidado en las estanterías. Lo mismo le pasa a la obra completa de los textos de Salvador Dalí. La gente enloquece pidiendo catálogos de sus exposiciones, pero el que escribió él mismo, si bien se prestó bastante entre 2003 y 2008, a partir de ese momento no ha interesado a prácticamente nadie, comenta ligeramente triste Tur, que confiesa que, de vez en cuando, también hay sorpresas «agradables». Mientras pensaba títulos olvidados para este reportaje le vinieron a la cabeza los volúmenes de crítica literaria de Harold Bloom. Pensaba que no tendrían mucho éxito. Lo comprobó. Se equivocaba.
Las que confían en no equivocarse son Joana y Anna. Al descubrir, con este reportaje, que el libro de Villangómez no había salido nunca de la biblioteca lo colocaron en la mesa destinada a la poesía, con la que intentan animar los usuarios a leer poemas. Están convencidas que en pocos días 'Les detallades vores del camí' cruzará, por primera vez, la puerta de biblioteca. El libro respirará. Viajará. Vivirá.
*Publicado originalmente en catalán (Els llibres oblidats) en el suplemento Mola de Diario de Ibiza
Una entrada preciosa! Dan pena esos libros que nunca han viajado, que nunca se han abierto, con los que nunca nadie ha soñado... Bonita sección la de los Libros escondidos. Maravillosas bibliotecarias que tienen auténtica pasión por los libros! Ya me he apuntado alguna de los libros que citan, a ver si los encuentro en mi biblioteca.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, dan mucha pena. No todas las bibliotecarias. Las que salen en el reportaje fueron muy entusiastas, pero hubo dos que se negaron de malas formas. ¿Y por qué no preguntas en tu biblioteca por algún libro que no haya salido nunca? ¡Lo rescatas y luego nos lo cuentas!
EliminarBesines
Awwww.... Historias de bibliotecas...
ResponderEliminarEmma... Cuántas historias esconden las bibliotecas...
EliminarInteresante artículo que me ha hecho pensar en casos parecidos, como esos libros que se ponen de saldo en algunos grandes almacenes. En una ocasión, en lo que eran las Galerías Preciados, encontré vendidos casi al peso un lote de libros de Stendahl, traducidos nada menos que por Esther Benítez. Mucho me temo que la gente no lee. Compra libros para ponerlos encima del televisor. Y para eso, prefiere libros que se vean bien y tengan un lomo con dorados y eso.
ResponderEliminarBesos. Muy buen artículo
Sorokin, a mí esos libros en oferta siempre me dan muchísima pena. Es como "nadie los quiere". Cuando son grandes clásicos o ediciones cuidadas creo que incluso duele verlos ahí, de saldo. Y sí, en las tiendas de muebles siguen vendiendo libros simulados para las estanterías.
EliminarGracias.
Cuantos libros nos quedarán por vivir. Leo y cada vez más, me duelen los que no podré disfrutar. Fantástica entrada.
ResponderEliminarAntonio, y me temo que, cuantos más libros leemos más conscientes somos de todos los que nos quedan por leer.
EliminarMuchas gracias.
En la biblio de al lado de casa tienen también una mesa donde ponen "los olvidados", están un tiempo y luego los acaban quitando y poniendo otros. Por lo que se ve, en muchas ocasiones se arregla "cambiándolo de sitio", y es que como no nos da por pensar, se nos van las manos a las estanterías de novedades, a mí la primera, lo reconozco. Aunque más que nada suelo buscar los que descubro por la blogosfera.
ResponderEliminarBesos, Marta.
Norah, estoy segura de que si alguno de estos libros los ponen en el escaparate de las novedades, más de uno picaría y se lo llevaría a casa. Yo, a la biblioteca suelo ir con mi libreta de libros y, si no encuentro ninguno, paseo entre las estanterías, a ver cuál de ellos se quiere venir conmigo. Curiosamente, la joyita de 'La nieta del señor Linh' llevaba tres años sin salir de la biblioteca y antes de eso sólo se había prestado tres o cuatro veces. Una pena.
EliminarBesos, Norah.
Me ha dado pena esos libros, pobres. Y me parece fantástico que las bibliotecas los expongan a la vista de todos. Seguramente hay un montón de libros interesantes en las biblioteca que nunca cogemos. Me gustaría preguntar en la mía sobre esos libros. Besos.
ResponderEliminarMarisa, es que dan mucha penita... Al menos a las que les tenemos cariño a los libros. Pregunta en tu biblioteca y luego nos cuentas.
EliminarBesotes
Aquí también se hace, se les muestra, pobres. Me ha encantado tu artículo, es una preciosidad
ResponderEliminarBesos
Mientras Leo, muchas gracias.
EliminarBesines