Conjurar el verano...
@Martatorresmol |
Soy de verano. De sol. De brisa que quema y embriaga. De buscar las sombras cuando el pelo se me pega a la nuca. De respirar a fondo, como un regalo, el escaso aire fresco. De abanicarme las piernas con el ligero vuelo de un vestido. Y de soplarme discretamente en el escote cuando nadie (o eso creo) me ve. De abrir ventanas y balcones y patios para atraer la corriente y que bailen las cortinas. De colgar la ropa en la rama de un olivo. De sonreír mientras buceo. De sentirme bella cuando el sol dora mi melena y pinta pecas en mi piel. De contar las gotas de mar que se quedan suspendidas en mis escamas de tinta. Soy de verano. El otoño y el invierno se me hacen largos. Eternos. Pesados. Conjuro el estío todos y cada uno de sus días. Lo busco en las páginas de Durrell y Duras. En la crema protectora. En esa colonia que me traslada a puestas de sol con un vino alegre y los pies en la arena. En las olas mordiendo mis pies. En el sabor de las fresas. En chapuzones demasiado fríos. En el (escaso) calor. En el horizonte. En el calendario...
Qué bonito lo has dicho! Casi que me convences! Pero no, cuando pienso en esos días de calor... Aunque tenga playa, pero es que soy tan calurosa, que no puedo, no puedo. Apenas duermo, no sé qué ponerme para estar más fresquita, siento las piernas pesadas... Si es que me estoy haciendo mayor. También es que juego con ventaja, que por aquí, el frío dura dos días. Solemos tener inviernos suaves.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, muchas gracias. Yo es que prefiero el calor, prefiero 40 grados pegajosos a diez grados de frío húmedo como los que tenemos aquí. Nuestro invierno también dura poco, pero a mí se me hace largo...
Eliminar¡Besos!
Has descrito de maravilla el verano de Ibiza y es comprensible que te guste. Pero hay veranos y veranos. La chicharrera del verano madrileño (y estos últimos años el de Bruselas) no son para mí. Yo soy gente de otoño, cuando las hojas enrojecen, el sol es suave y el sudor se abstiene de agobiar a las buenas gentes que, sentadas en una terraza, disfrutan de un buen vino tinto de verdad, no de un "tinto de verano". Sí. Soy de otoño.
ResponderEliminarBesazos
Sorokin, el verano en Ibiza tiene sus problemas, sus inconvenientes y momentos en los que te apetece sacar un sable y liarte a cortar cabezas, pero bueno, a pesar de eso prefiero el sudor al frío húmedo que se te mete en los huesos y, ¿quién ha hablado de tinto de verano? no me refería a eso al hablar de "vino alegre". El otoño te queda aún más lejos que a mí el verano. Ánimo.
EliminarAsí como lo pintas, solo te ha faltado mencionar ciertos pueblos italianos, parece una época idílica pero yo me asfixio, necesito un abrigo que me arrope y mantas que me pesen en la cama. Y tormentas que despiertan dando energía, aguaceros que arrullan. Yo soy de invierno.
ResponderEliminarBesos, Dorothy Summer
Norah, italianos o griegos, pero del Mediterráneo, siempre que ronde el Mare Nostrum, me siento como en casa. Te regalo todo mi invierno, para ti.
EliminarBesos, Norah Winter
Yo, aunque no lo sepa describir tan bien como tú, también soy de verano, con todas y cada una de las cosas que has nombrado. Ya falta menos!!
ResponderEliminarNolavola, gracias.
Eliminar¡Lo que falta, que pase rápido!