'La piel de la revuelta', sobrevivir en la Barcelona de las bombas
Josep Campderrós, Pepet, de sólo once años, sufre un grave accidente trabajando en la fábrica de la colonia Güell, a las afueras de Barcelona. Todos, obreros, el cura de la colonia y hasta los hijos de los amos dejan que les arranquen un trozo de piel de la espalda para implantársela en las piernas al pequeño Pepet. Con este caso real comienza 'La pell de la revolta' ('La piel de la revuelta' en la edición en castellano), un caso que sirve como excusa al prolífico Jordi Sierra i Fabra para desgranar una apasionante novela ambientada en la Barcelona de las bombas, la Barcelona de principios de siglo en la que los obreros salieron a la calle para rebelarse contra la explotación por parte de los dueños de las fábricas y contra la llamada de los reservistas a filas para luchar en el norte de África. Ventura y Esteve, dos de los hermanos Vidal, son los protagonistas de la novela. Esteve donó piel para Pepet, Ventura no. Él veía, tras la participación de los hijos de los amos, una forma de hacer olvidar a los trabajadores y a la gente que leyó la prensa esos días que la empresa tenía niños de diez años en la fábrica. Es Ventura quien decide marcharse a Barcelona para buscar fortuna,
un trabajo que le permita ganar dinero, aventuras fuera de la protegida colonia en la que se ha criado y donde se queda buena parte de su familia. Pronto se sumará a su proyecto de vida el pequeño Esteve, que acabará luchando en las trincheras de la ciudad. El libro se lee en un suspiro. No me sorprende. Es lo que pasa con todos los libros de Sierra i Fabra (tanto los que son para adultos como los destinados a niños y adolescentes), uno de los escritores más prolíficos del panorama nacional. Quizás sus libros no son obras de arte, pero están muy bien escritos, cuentan historias interesantes y te atrapan desde el primer momento. En este caso, el primer capítulo es tremendo.
un trabajo que le permita ganar dinero, aventuras fuera de la protegida colonia en la que se ha criado y donde se queda buena parte de su familia. Pronto se sumará a su proyecto de vida el pequeño Esteve, que acabará luchando en las trincheras de la ciudad. El libro se lee en un suspiro. No me sorprende. Es lo que pasa con todos los libros de Sierra i Fabra (tanto los que son para adultos como los destinados a niños y adolescentes), uno de los escritores más prolíficos del panorama nacional. Quizás sus libros no son obras de arte, pero están muy bien escritos, cuentan historias interesantes y te atrapan desde el primer momento. En este caso, el primer capítulo es tremendo.
"El niño se movía rápido junto a las tinas de tinte.
No le prestaban la menor atención. Era su trabajo. Cada cual se preocupaba del suyo. Una jornada como otra cualquiera en la fábrica, la inmensa Güell y Compañía, Fábrica de Panas y Veludillos, tal y como rezaban los rótulos. Un día más de un invierno que se encontraba en su punto más álgido.
El niño se llamaba Josep Campderrós, tenía once años y procedía de Vilafranca del Penedès, como sus padres, también trabajadores de la fábrica. Era el más pequeño empleado de la sección de tintorería.
Todos les llamaban Pepet.
No jugaba, se ganaba la vida, un buen jornal. Era rápido, intuitivo, menudo y delgado.
Entonces, el descuido, el error."
Título: 'La pell de la revolta' / 'La piel de la revuelta'
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Editorial: Columna / Belacqua
Páginas: 365 / 347
Precio: 19,95€ / 15€
P. S: Recordad que hasta el día 20 de marzo podéis conseguir un ejemplar de 'La gata sobre el tejado de zinc caliente' en la campaña 'Adopta un libro'.
Umh, no leo prácticamente literatura española contemporánea, pero siempre me viene bien estar al día, así que gracias.
ResponderEliminarSaludos
Claudia, yo es que lo leo todo. De todas maneras, este libro lo tenía hace años, desde que se publicó, y no me había llamado leerlo hasta ahora. Me decidí porque Sierra i Fabra es siempre una garantía y pensé que no podía ser que llevara siete años en la montaña de libros pendientes.
ResponderEliminarUn beso
Pues con este creo que no me animaré, Dorothy!! Por cierto, me llevo el banner, que lo acabo de ver...
ResponderEliminarBesos,
Principios del siglo XX es una época que me gusta especialmente para la literatura ¿no me preguntes por qué? Ahora estoy releyendo algunas obras de Faulkner que no tiene nada que ver pero transcurren por esos años... Quizás La piel de la revuelta pase a engrosar mi lista!!!!
ResponderEliminarGRacias!
Carmen, cada uno tiene sus gustos. A mí tampoco me decía nada, supongo que por eso me ha gustado mucho más de lo que esperaba.
ResponderEliminarEl banner no ha quedado muy bien, pero bueno, los próximos serán mejores.
Un besazo
Sonia, yo también siento debilidad por esos años. Este libro me ha recordado a cuando estudiaba 'Historia del siglo XX de Cataluña' en la universidad. ¿Faulkner? Me gusta muchísimo. Seguro que disfrutas muchísimo el libro que tienes entre manos.
ResponderEliminarUn besazo
Tiene muy buena pinta! En verano leí "Siete días de julio" y me gustó mucho. Sí, como tú dices son obras que se leen en un suspiro, pero suelen ser tan interesantes!
ResponderEliminarAbrazo!
Pues lo he visto el otro día en una tienda de electrodomésticos y ocio y me he quedado con las ganas. Al menos se donde encontrarlo porque ya tiene un tiempo.
ResponderEliminarBess y gracias
Zamarat, me alegro de que te guste Sierra i Fabra. Yo le admiro no sólo por la calidad de sus obras, sino también por lo mucho que escribe. Es un escritor de oficio, de los que escribe horas cada día para publicar varios libros al año. ¡Y aún no he encontrado ninguno que pueda decir que es malo!
ResponderEliminarun beso
Mientrasleo, sí que tiene años ya. La edición en catalán se publicó en 2004, creo, y el castellano un par de años después. ¿Electrodomésticos y ocio? ¡Que mezcla tan curiosa!
ResponderEliminarUn besote
Estoy convencido de que será muy bueno, pero estoy tan cansado de libros y pelis sobre la guerra y la postguerra,,,,,,
ResponderEliminarSalu2
Sergio, no es sobre la guerra y la posguerra, es sobre mucho antes, sobre 1905 y 1913, pero bueno, también hay bombas y trincheras en mitad de la ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo conozco, si no me equivoco ahora está en la estanteria de la habitación de mi hija, se lo recomendé porque estaba segura que le iba a gustar. Los pocos que he leído de este autor me han dejado un buen recuerdo.
ResponderEliminarBesitos
Elysa, me alegro de que te guste Sierra i Fabra, yo le tengo cariño porque lo he tenido en las estanterías desde que era una niña. Los libros que leí suyos de la colección Barco de Vaporme encantaron y ahora me sigue gustando. Espero que a tu hija, si se anima, también le guste.
ResponderEliminarUn besazo
Ah, cuántos niños se movían rápido en esa época no solo en industrias sino en campo arado... qué lástima de generación, qué avaricia de tiempo... Bss
ResponderEliminarMariCari, ¡cuánta razón! Cuántos niños no tuvieron la suerte de Pepet y murieron en lo que ahora serían accidentes laborales. Nuestros abuelos trabajaban desde los seis años, en el campo, algo que ahora nos haría llevarnos las manos a la cabeza porque a esa edad los niños deben jugar.
ResponderEliminarUn besín