Alfombra roja y tecla retorcida
Hoy me he levantado con la tecla retorcida. Bueno, ya me acosté con la tecla retorcida, pero no tenía ganas de volver a encender el ordenador, así que como el retorcimiento de colmillo, digo de tecla, sigue intacto, me vais a permitir que vomite un poquito de bilis. Llevo dos días, desde el domingo por la noche, escuchando a expertos en moda, contertulios de tres al cuarto y otros personajillos televisivos despreciando a algunas de las candidatas (Gabourey Sidibe), ganadoras (léase Mo'Nique) e invitadas a los Oscars que deslucieron la elegancia de la alfombra por sus medidas, tan lejanas al 90-60-90. Que si iban muy azules, que si debían haber llevado manga larga, que si tendrían que haber elegido trajes más discretos... Y eso que ninguna de ellas escogió un modelito al estilo cisne muerto de Björk, que si no, estoy segura de que las queman en la hoguera. En fin, que critiquen la ropa me parece no sólo correcto, sino lo normal en estos casos, que para eso está la alfombra roja, pero que directamente digan que no comentan sus estilismo por claro, con esos cuerpos no se puede vestir bien, saca la bestia que llevo dentro. Pues eso, con la tecla retorcida.
gggrrrrrrr, que no me toquen los estilismos ¡por Dior! Las medidas de las personas que van dentro de los trajes siempre serán motivo de debate, lo que no entenderé nunca es el porque de meterse con la talla de Mo'Nique y no con la de Cameron Diaz ni la de JLo, he de decir que el vestido de la primera no era muy de mi gusto, pero que digan que era feo porque está gorda? pues a Cameron el maravilloso strapless le quedaba como el culo por flacucha, y la otra... no comment. La verdad, estos óscar han dejado mucho que desear estilisticamente hablando. Dale un par de vueltas a la tecla y colócala como estaba, que está muy agustito bajo tus dedos.
ResponderEliminarLa internacional reaccionaria del chisme no conoce límites. Si no fuera porque las arcadas no me permiten gesticular bien, esbozaría una sonrisa despectiva hacia estos contertulios y remataría diciéndoles eso de "envidia cochina".
ResponderEliminarUn abrazo para ti y para la tecla.