Ritos de paso (William Golding)

'Ritos de paso', William Golding.

 

Un relato marino. Sin tempestades. Sin naufragios. Sin rescates. Sin ataques enemigos ni capturas. Sin cañonazos y con un único disparo de trabuco. Que conste que esto no lo digo yo. Lo dice Golding. William Golding. Sí, el Golding de 'El señor de las moscas'. Lo dice sobre 'Ritos de paso', una novela que una empieza esperando una trepidante travesía en barco y con lo que se da de bruces es con las miserias humanas contadas con no poca guasa. Y es que así como van pasando las páginas de ese diario que el protagonista, Edmund Talbot, escribe en formato epistolar a "su señoría", sobreviene la sonrisa. La risa. La carcajada. Me imagino al bueno (buenísimo) de Golding sentado escribiendo y retorciéndose de la risa consigo mismo. 

'Ritos de paso' está formada, en realidad, por dos textos. Uno, el primero, ese diario en el que Talbot, que parte de Inglaterra rumbo a Australia para trabajar como secretario de la administración británica, va desgranando el día a día a bordo. La tripulación. El resto de los pasajeros. Las anécdotas. Las confusiones. Las peleas. Los misterios. Sí, porque en ese viejo barco de guerra empleado ahora para transporte de cuyas tripas surge un olor nauseabundo, viajan unos cuantos secretos. La intención de Talbot es, al principio, no dejarse ni un detalle por plasmar en su cuaderno de esa travesía ambientada en el siglo XVIII. Sin embargo, él mismo se da cuenta, casi desde los primeros días, que esa tarea es harto imposible. Porque cuando en un lugar tan pequeño conviven tantas personas pasan muchas cosas. Y porque el papel tiene que durarle hasta el puerto de destino. Ahí habla de algunos de sus compañeros de travesía. Desde la bellísima y ridícula Zenobia, que lleva de cabeza a todos los hombres de la embarcación, al señor Colley, un clérigo de pueblo que en un primer momento confunde con el capellán de la nave.

Y ahí llega el segundo texto. Una extensa carta que el religioso, que ni en sus peores pesadillas podría haber imaginado la que se le venía encima al embarcarse, escribe a su hermana detallando, a su vez, su vida a bordo. Unas páginas, éstas, en las que no están tan presentes la ironía o el sarcasmo. Unas páginas en las que queda patente de una forma tremenda la maldad humana.

Es casi imposible leer 'Ritos de paso' (el primero de los tres libros que forman la conocida como 'Trilogía del mar' de Golding) sin que en algunos momentos asomen entre las frases ecos de Conrad, del Conrad del mar, o de Melville, que surcaba mares y bibliotecas, pero también de O'Brian. Más allá del relato de una travesía, esta obra de Golding, que conocía bien el mar (fue teniente de navío), muestra cómo cambian los hombres en situaciones extremas. Además, es una gran historia sobre la culpa. Y el remordimiento. Porque ni todo el humor con el que Talbot trufa sus entradas en el diario es incapaz de esconder esos sentimientos.


"Respetado padrino:
Con estas palabras inicio el diario que me comprometí a enviarle: ¡No hay palabras más adecuadas!
Bien, pues. Lugar: a bordo del buque, al fin. Año: lo sabe usted. ¿Fecha? Sin duda, lo que importa es que éste es el primer día de mi travesía al otro extremo del mundo; en símbolo de lo cual inscribo en este momento el número '1' al principio de la página. Pues lo que estoy a punto de escribir debe servir de constancia de nuestro primer día. ¡Poco pueden significar el mes o el día de la semana, pues en nuestra larga travesía desde el sur de la Vieja Inglaterra hasta las Antípodas vamos a pasar por la geometría de las cuatro estaciones!".

Título: 'Ritos de paso'
Autor: William Golding
Traductor: Fernando Santos Fontela
Editorial: Alianza Tres
Páginas: 286
Precio: 2€ (segunda mano)


Comentarios

  1. Pues no conocía esta novela. La verdad es que del autor sólo conozco El señor de las moscas, que leí hace años y me decepcionó un poco. Creo que iba con las expectativas muy altas. Me has picado la curiosidad con este libro. Tomo nota.
    Besotes!!!

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    1. Margari, fíjate, para mí 'El señor de las moscas' es un libro clave, porque lo leí en el momento adecuado, con no más de doce años, la misma edad que tienen los protagonistas, y estoy convencida de que eso es importante. Lo mismo que leer 'El guardián entre el centeno' con no más de quince. Cambia por completo la experiencia. De hecho, 'El señor de las moscas' lo he leído, como mínimo, seis veces. Quizás alguna más. Esta novela se lee rápido, es corta y pasa bien.

      Besines.

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  2. Me encantan esos viajes. Y qué paciencia y calma tenían, comparado con ahora que la gente monta un follón increíble por esperar media hora de más en un aeropuerto o estación. Creo que hemos perdido mucho esa perspectiva del tiempo.
    Y también el tejemaneje de personajes que hay. Aunque no sea un libro como el que tú esperabas en principio de travesía lleva de aventuras, a mí me gusta más así, de chismes.
    Me apunto.
    Besos, Dorothy Acab

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    1. Norah, creo que recordar que era Kirmen Uribe en su 'Bilbao-Nueva York-Bilbao' que comentaba precisamente eso, que los viajes antes requerían un tiempo, estaban hechos a la medida humana, el cuerpo se acostumbraba de forma paulatina al destino, poco a poco, sin jet lags ni cambios bruscos. Ahora no concebimos tardar días en llegar a un sitio. Ir a las antípodas en 28 horas nos parece, incluso, demasiado tiempo en esta época en la que cogemos aviones como si fueran autobuses. Lo de los personajes en espacios cerrados siempre es un plus. Sobre todo con la guasa soterrada que se gasta el amigo Golding.

      Besines.

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  3. ¡Hola!
    leí "El señor de las moscas" hace mucho mucho tiempo, recuerdo poco del libro, pero sí que me gustó. Aunque no me llaman mucho los argumentos de travesías marinas, veo que este se centra sobre todo en los personajes y en los pasajeros con humor. Fíjate que si no fuera trilogía, igual me animaba.
    ¿Tienes pensado seguir con La trilogía del mar?
    Besos

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    1. Marian, sí este libro se ambienta en un barco, pero como podría ambientarse en un hotel incomunicado por alguna catástrofe natural o una isla desierta. La cuestión es que los personajes son muy diferentes y no pueden librarse unos de otros porque están en un espacio limitado. A ver, cuando hablan de una trilogía se refieren a que son tres novelas que tienen como la misma temática, pero no van seguidas ni nada. Se pueden leer independientemente y salteadas. No es el concepto actual de trilogía para alargar el chicle. ;) No te puedo decir ni que sí ni que no. Si llegan a mí, las leeré. Últimamente estoy muy en plan "que los libros vengan a mí".

      Besos

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  4. Tremendo. No he leído nada de William Golding, pero los relatos de navegación me encantan (me he chapado casi todo Conrad y bastante Melville), así que en cuanto termine lo que tengo entre manos, voy a por él.
    Besazos
    Ah, Post data: acabo de encargar tu libro de "Ibiza de la tierra a la mesa". Lo espero con ansiedad

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    1. Sorokin, si te gustan los relatos de navegación, creo que éste te encantará. Yo diría que 'Ritos de paso' estaría cerca de 'Billy Budd' o 'Redburn', que no sé si las has leído. Espero que no te defraude. En el caso de que lo haga, lo bueno es que es un libro corto.
      ¡Uy! ¡Qué nervios! Espero que te guste y que le des mucho uso en la cocina. Ya me contarás.

      Besotes

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  5. Ay Dorothy, pues a este autor no lo he leido pero mencionas otros dos con los que me cuesta mucho: Melville y Conrad. Las lecturas que hice de sus libros en tiempos de facultad me lastraron por completo. Siempre digo que lo mismo no era el momento para leerlos y que, a lo mejor, ahora mi opinión cambia. No lo he probado. En fin, que no sé si me animaré con este libro. En cualquier caso, un placer leerte. Besos

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    1. En este libro es verdad que Golding conradea y melvillea un poco, pero sigue siendo Golding. Entiendo lo que comentas, sé que son autores a los que amas u odias. Es posible que si hubiera empezado a leer a Conrad por otro libro me hubiera pasado lo mismo, pero le descubrí con 'El corazón de las tinieblas' y me atrapó para siempre. Es un libro que he leído unas siete veces y me sigue capturando porque tengo la sensación de leer un libro nuevo cada vez. Y de Melville reconozco que 'Moby Dick' se puede hacer pesada, pero 'Redburn' o 'Billy Budd' son fascinantes y tienen muchísimo ritmo. Me da mucha pena que la gente se estrene con Melville con Moby Dick, creo que no es la mejor forma de amar a Melville. Y sí, el momento es importantísimo. No es lo mismo leer 'el señor de las moscas' con 14 que con 36 ni 'El guardián entre el centeno' con 16 que con 28. Nada que ver. Creo que tenemos muy claro que esta novela no es para ti.

      Besos

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