La mitad evanescente (Brit Bennett)


'La mitad evanescente', Brit Bennett (Random House).

Desaparecer es posible. Hacerse pasar por otra persona es fácil. Sólo hay que intentarlo. Tú sabes quién eres, pero los demás sólo saben lo que pareces ser. Actúa como una blanca y, si eres una negra de tez clara, serás una blanca. Te tratarán como a una blanca. Tú, en el fondo, sabrás, en realidad, de qué color es tu piel, que no es sólo tu piel. Es tu corazón, son tus raíces, tus ancestros, tus miedos, las personas a las que quieres. Y eso, todo eso, debe quedarse atrás. Y eso, todo eso, tiene mucho que ver con las hermanas Vignes, Desiree y Stella, que un día, siendo apenas unas adolescentes, desaparecieron de Mallard, un pueblo de Luisiana que no aparece en ningún mapa y donde los negros son casi blancos. En el pueblo, desolada, su madre, una mujer destrozada que, años después, recibe a una de ellas, Desiree, con la misma sorpresa que el resto del pueblo. Por el regreso. Y por esa niña, negra como el tizón, que la acompaña.

'La mitad evanescente', de Brit Bennett, es una de esas historias que te atrapan y que, tras casi 400 páginas te saben a poco. Porque las Vignes, todas y cada una de ellas y todas y cada una de las personas que pasan por sus vidas, son subyugantes. Las gemelas negras que parecen blancas huyen a Nueva Orleans. Escapan del pueblo. De la claustrofobia. De los recuerdos de un blanco matando a su padre. De una vida sirviendo a los ricos, limpiando, sudando, sufriendo. Un deseo y un destino compartido, un vínculo, que de un día para otro se rompe. Una de las hermanas desaparece y, por más que la otra la busca, se ha esfumado, dejando un vacío, un hueco, que el tiempo no llenará. Un agujero negro en el alma de la gemela perdedora, condenada de por vida a esperar toparse con su reflejo al girar cualquier esquina. Otro en la gemela perdida, siempre alerta por si alguno de sus viejos flecos asoma por debajo del disfraz de su nueva vida.

Bennet hace bailar la historia, que empieza y acaba en ese pueblo de negros blancos que los mapas ignoran con gemelas que llegan y se van con maletas o un hatillo, pero que viaja sin complejos por el tiempo y el espacio. Desde la infancia de las protagonistas al presente de sus propias hijas, mujeres hechas y derechas. Una blanca. La otra negra como el tizón. Cuyas vidas se cruzan como una vez, hace mucho, se separaron las de sus madres.

"La mañana en que una de las gemelas perdidas regresó a Mallard, Lou LeBon corrió hasta la cafetería para anunciarlo, e incluso ahora, pasados muchos años, todo el mundo recuerda la alteración de Lou cuando, sudoroso, abrió de un empujón las puertas de cristal, con el pecho agitado, el cuello de la camiseta oscurecido por su propio esfuerzo. Los clientes, medio adormilados, prorrumpieron en un griterío alrededor de él; eran unos diez, si bien posteriormente serían muchos más los que mentirían y dirían que también ellos estuvieron allí, aunque solo fuera para simular que por una vez habían presenciado algo de verdad emocionante. En aquella pequeña localidad agrícola, nunca ocurría nada sorprendente, no desde la desaparición de las gemelas Vignes. Pero esa mañana de abril de 1968 Lou, de camino al trabajo, vio a Desiree Vignes recorrer a pie Partridge Road, cargada con una pequeña maleta de cuero".

Título: 'La mitad evanescente'
Autora: Brit Bennett
Traductor: Marcos Milla Soler
Páginas: 368
Precio: 19,90€
Procedencia: Bookish

Comentarios

  1. ¡¡Hola!! Me encanta pero afortunadamente ya lo tenía apuntado. Las historias tan íntimas y con buenos personajes son mi debilidad. Y qué bueno quedarte con ganas de más en vez de desear que se acabe el libro cuanto antes. Y el lugar también tiene su encanto.
    Seguro que pasa pronto por la cantina.
    Besos, Dorothy Angelou

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    1. Seguro que te gustará, Norah. Los personajes están muy bien trazados y la historia es de las que se te van metiendo muy adentro. La verdad es que ha sido una de las mejores lecturas del año, sin duda.
      Un besazo.

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  2. Tiene muy buena pinta y me recuerda mucho a otra.

    Salud

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    1. Erik, es más que la pinta. Ya me dirás a cuál te recuerda, que con lo que me ha gustado ésta no descarto leerla.

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  3. Muy sugerente, me ha llamado mucho la atención. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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    1. Margari, ya me contarás qué te parece cuando lo leas. A mí me ha encantado.

      Un besazo

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  4. Holaaaa! Mucho tiempo sin leerte. Me alegra pasar por aquí de nuevo. El libro no lo conozco pero, si después de 400 páginas, te has quedado con ganas de más, solo puede significar que su trama te ha atrapado. A ver si me acerco a la biblioteca y le echo un ojo. Besotes.

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    1. Marisa, sí. A veces, aunque te resistas, hay que parar ciertas cosas. No me daba la vida para el trabajo, el cierre de la edición de dos libros y desarrollar un tercero muy especial que seguramente se publicará en diciembre. Era materialmente imposible, así que mejor parar. El libro me ha encantado, me ha sabido a poco, la verdad.
      Besines.

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  5. Interesante. Me la voy a bajar en el Kobo. Me hace pensar de rebote en una de las novelas prohibidas de Boris Vian (Iré a escupir sobre vuestras tumbas) en la que también hay un negro-blanco, solo que este es un asesino. La compré en una edición pirata hace mil años en uno de los buquinistas del Sena
    Besotes

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    1. Sorokin, es de lo mejorcito que he leído en este raro año, aunque también es verdad que no he podido leer mucho, o no todo lo que leía habitualmente, pero bueno. 'Escupiré sobre tu tumba' es bastante más oscura que esta novela que, siendo dura, no alcanza el nivel de sordidez que recuerdo de la del amigo Vian. Debería releerla, por cierto, porque la leí a una edad seguramente demasiado temprana para el tipo de novela que es...

      Besotes

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