Vals lento en Cedar Bend
Vals lento en Cedar Bend, de Robert James Waller | @martatorresmol |
Era bonito y tenía algo. Tapa dura. Intacto pero viejo. Una sobrecubierta en tonos tierra con un evocador árbol solitario al atardecer. Un autor que me traía buenos recuerdos. Un título largo, de los que me gustan. Se me fueron los manos. Chiquitín, aunque pesado. Buen papel. Y costuras prietas. Los cortes blanquísimos, como si nunca jamás hubieran abandonado el estante que le tocó en suerte al llegar a su antiguo hogar hasta el momento en que alguien decidió mandarlo al mercadillo. Ni lo giré para ver de qué iba ni busqué en mi móvil de qué me sonaba el escritor antes de ponerlo en el montón de libros de segunda mano que se venían a casa. Sólo al llegar a casa, con calma y un té, descubrí que Robert James Waller, además de 'Vals lento en Cedar Bend', había escrito 'Los puentes de Madison County' y que lo que me había llevado a casa era otra historia de amor. Complicada, evidentemente. Y muy bien contada. Contada bonito. Con calma. Envuelta en la calidez de un otoño plácido. No esperaba otra cosa de él. En sus novelas, da igual que sea verano, primavera o invierno, es siempre otoño, un acogedor y envolvente otoño.
Y así empieza en libro, con un hombre, Michael Tillman, subiendo a un abarrotado vagón de segunda clase un tren en un rincón perdido de la India con una mochila al hombro y la fotografía, que empieza a estar ya gastada, de una mujer a la que busca. La mujer a la que este profesor universitario, que sólo ha amado a su querida moto antigua, que duerme en el salón de su casa y a la que devolvió a la vida cuando apenas era un chiquillo, ama. La mujer que era la mujer de otro cuando se conocieron en una fiesta en casa del decano y que, tras descubrir que también le quiere, ha huido a la India. Sí, te quieren, quieres y huyes. Muy de Robert James Waller, eso de, en vez de disfrutarlo, escapar de un amor que llevas esperando toda la vida, de los que te vuelven del revés, como si fueras un calcetín recién salido de la lavadora. Una fuga a la India, un país en el que el escritor ya nos ha dejado caer desde las primeras páginas que Jellie, que es como se llama ella, vivió algo tan intenso hace tiempo que dejó allí parte de lo que es. Los capítulos del viaje de Michael a la India para buscar a Jellie se intercalan con los que cuentan los principios de esa relación. El encuentro en casa del decano, las visitas semanales de Jellie al despacho de Michael, las reuniones rodeados de gente, el Día de Acción de Gracias con la familia de ella, la marcha de ella y su marido a Irlanda, el silencio de meses sólo roto por una foto (ésa que él enseña en trenes y hoteles indios), el echarse de menos, el regreso, la química evidente aunque pretendidamente no consumada...
"El Trivandrum Mail llegó puntual. Salió de la jungla y entró pausadamente en el cruce de Villupuram a las tres horas dieciocho minutos de una bochornosa tarde en el sur de la India. En cuanto el silbato lejano y grave sonó por primera vez desde el campo, la gente comenzó a empujar hacia el borde del andén de la estación. Todo lo que no pudiera moverse por sí mismo era transportado o arrastrado, ya se tratara de sacos de dormir y cestos del mercado o criaturas y ancianos.
Michael Tillman se apartó de la pared de ladrillo ennegrecido en la que había estado apoyado y se echó una mochila de color tostado sobre el hombro izquierdo. Un centenar de personas intentaba bajar del tren al andén; simultáneamente, el doble de gente intentaba subir, como dos ríos que fluyen en direcciones contrarias. O empujabas o te quedabas atrás."
Título: Vals lento en Cedar Bend
Autor: Robert James Waller
Traductora: Rosa Arruti
Editorial: Ediciones B para Círculo de Lectores
Páginas: 192
Precio: 1,5€
Procedencia: mercadillo
Cómo me enfado con estos personajes. Eso de te dejo porque te quiero demasiado y me da alergia ser feliz, no puedo con ello. Pero el libro me encantó, por lo mismo que a ti aunque yo lo busqué a propio intento porque quería otro Puentes de Madison.
ResponderEliminarQué sensación tan buena cuando encuentras en un libro lo que andabas buscando en él.
Besotes Dorothy Allende
Norah, así es. Da rabia, da rabia... Pero es que hay cada miedica por el mundo... A veces, dejar que te quieran no es tan fácil. O, al menos, para algunos no es tan fácil. Me ha gustado mucho, sí, y fue una sorpresa descubrir quién era el autor.
EliminarUn besazo.
Pues tengo Los puentes de Madison en la estantería desde hace unos cuantos años...Así que aunque me tientas con éste, creo que me animaré con el que tengo en la estantería... En algún momento. Ays, los pendientes...
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, 'Los puentes de Madison County' es una delicia de libro. Lo leí después de ver la película y, a pesar de eso, me encantó. Aprovecha el otoño, otoño tardío, cuando ya hace fresquito, que es lo que le paga.
EliminarUn besote.
¡Hola, Dorothy!
ResponderEliminarNo lo conocía al autor, y tampoco al libro. Me suena un poco el título de Los puentes de Madison County y puede que hasta me traiga más, pero sin duda trajiste una reseña exquisita. Me gustó mucho tu descripción.
Acabo de conocer tu blog, ¡Te sigo!
Un besote.
Como siempre, tu reseña hace que a uno e entren ganas de leer el libro. No conocía el autor (si me pongo a hacer una lista de los autores que no conozco -cosa difícil de hacer, sobre todo porque no los conozco-, supongo que podría llenar otra vez mi casa) En fin, que me lo apunto
ResponderEliminarBesazos