'El amante bilingüe', el hombre que se fingió charnego para seducir
@Martatorresmol |
No sé si leí ‘El amante bilingüe’, de Juan Marsé. Sé que
pasé los ojos por cada una de sus palabras. Que las yemas de mis dedos palparon
cada página. Que sé cómo Norma abandonó a su marido, Juan Marés. Y cómo éste,
en la práctica indigencia tras el golpe, acaba convirtiéndose conscientemente
en Faneca, un charnego, un cliché, para intentar volver a sentir la piel de su
ya exmujer pegada a la suya. Sé que todo eso llegó a mi cabeza, pero no sé si
se puede decir que leyera el libro. Porque no lo leí, lo engullí –deprisadeprisadeprisadeprisa…-
porque si paraba, si pensaba, si le daba un respiro, no lo leería. ‘El amante
bilingüe’, una sátira sobre las diferencias de clase y la lengua en la
Barcelona de finales de los 70 y los 80, fue uno de esos libros que llegó sin esperarlo. Que quizás no debería haber llegado como lo hizo, pero al que precisamente por eso le tengo cariño. Un libro que guarda una historia dentro. Y otra fuera. Dentro veo
a Faneca forzando un acento andaluz al llamar a Norma al Servei de
Normalització Lingüística de la Generalitat. Fuera veo un paquete marrón en una
mesilla de noche. Dentro veo a un niño ganándose un duro por recitar un poema de
Josep Maria de Sagarra en una fiesta de la zona alta de Barcelona. Fuera veo la dedicatoria
en catalán: “Per la meva molt estimada…”. Dentro veo a Marés tocando el acordeón
para sacarse unas monedas y a la pobre Griselda enamorándose de Faneca. Fuera veo la lluvia de última hora desde la ventana. Dentro veo a Marés con una
copa de amontillado en la Travessera de Dalt preguntándose si es Marés o Faneca, si aún sigue siendo él o el personaje se lo ha comido ya.
Fuera veo una camisa hawaiana. Dentro veo a Norma,
una niña bien catalana, seducida por el tramposo Faneca, su parche y su acento
del sur. Dentro veo una historia cargada de ironía, cruda en el fondo, que va más allá de esos cuernos y esa pantomima de disfrazarse para seducir, una situación que con el paso de las páginas (entre ellas están, como punto de libro, las entradas del Guggenheim, y con ellas el italiano que quería colarse y tu hartazgo de los turistas que pedían que les hicieras fotos y...) congela la media sonrisa y llega a ser angustiosa. Claustrofóbica. Inquietante.
“Una tarde lluviosa del mes de noviembre de 1975, al
regresar a casa de forma imprevista, encontré a mi mujer en la cama con otro
hombre. Recuerdo que al abrir la puerta del dormitorio, lo primero que vi fue a
mí mismo abriendo la puerta del dormitorio; todavía hoy, diez años después de
lo ocurrido, cuando ya no soy más que una sombra del que fui, cada vez que
entro desprevenido en ese dormitorio, el espejo del armario me devuelve
puntualmente aquella trémula imagen de la desolación…”
Título: ‘El amante bilingüe
Autor: Juan Marsé
Editorial: DeBolsillo
Páginas: 208
Precio: 8,95€
Procedencia: Regalo de A.
Lo claustrofóbico no me va mucho y me ha gustado más la historia de fuera que la de dentro. No me gusta leer libros engullendo palabras, es como cuando te tragas si respirar una medicina, porque sabe mal.
ResponderEliminarBesitos
Norah, en este caso, no lo engullí porque el libro no me gustara, al revés, me gustó mucho. Lo engullí porque de no hacerlo así, a toda prisa, igual no lo hubiera llegado a leer. Digamos que es uno de los libros que me motivaron a escribir el post 'A los futuros hombres de mi vida'.
EliminarUn besote
Me gusta mucho Juan Marsé, per diré lo que tú dices al principio de tu excelente reseña: no sé si he leído "el amante bilingüe". Pero en mi caso, es que no me acuerdo, a pesar de que me suena un montón todo lo que cuentas. Y lo malo es que el libro con todas las historias de Marsé lo tengo en Madrid, así que no puedo verificarlo.
ResponderEliminarBesotes
Sorokin, pues nada, viaje a Madrid y a recuperar el libro o tirar de Internet y PDF. El libro es fantástico. Y eso que yo con Marsé tengo una historia muy desigual. Cosas que me han encantado y cosas que no me han gustado nada.
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Pues sin duda a mí me has convencido. Esos ambientes asfixiantes me suelen gustar. Besos
ResponderEliminarMarisa, se va volviendo angustiante así como pasan las páginas. Espero que te guste.
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Deprisadeprisadeprisa uf!! conozco esa sensación, acabo de salir de un claustrofóbico (un poco) tomaré aire para apuntar el siguiente, o sea, este. Me queda claro que no es para perderlo de vista o sí, con la prisa y el engullir, ya leeré.
ResponderEliminarBesos
Marilú, la verdad es que se lee en un momento. Vaya, que sin prisas también se lee rápido. Ya me dirás.
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La verdad has logrado picar mi curiosidad, suena interesante, apenas pueda, me compro esta novela.
ResponderEliminarSaludos
Claudia, la verdad es que es interesante, no es una historia al uso, es muy original.
EliminarAbrazos
Hace mucho que no leo a Marsé así que tal vez sea el momento. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarAbrazo!
No he leído nada del autor, pero sí tengo un libro suyo en casa =)
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