Un cuento perfecto (Elísabet Benavent)





Hay momentos en esta vida en que necesitas luz, porque son oscuros. Hay momentos en los que necesitas que te lleven lejos, a sitios en los que fuiste feliz, porque apenas puedes salir de cuatro paredes. Hay momentos en los que necesitas vida porque sientes que te ronda la muerte. Hay momentos en los que 'Un cuento perfecto' es el mejor libro que se te puede cruzar en el camino, como si esas más de 600 páginas supieran que las necesitas. Seguramente, muchos habréis leído ésta historia de Elísabet Benavent (u otras) como una comedia romántica sin más. Un libro divertido, sin más complicaciones que las propias de una historia de amor, que se lee rápido, que te hace sonreír, también llorar y hasta soñar. Pero ya. Para mí este libro fue algo más. Uno de mis compañeros de hospital. Tuve varios durante ese mes y medio que pasé de forma intermitente en la incómoda butaca del acompañante. Y no todos fueron buenos. Éste, sin duda, fue el que me hizo olvidar con más facilidad dónde estaba. Y eso, en algunos momentos, es lo único que necesitas.


La historia de 'Un cuento perfecto' es una comedia romántica pura. De ésas en las que todo el mundo, menos los protagonistas, se da cuenta de que están enamorados hasta las trancas. De ésas en las que cuando son conscientes de lo que pasa se alejan y niegan de todas las formas posibles que quieren al otro mientras por dentro están muriéndose de amor. Así es la historia de Margot y David. Margot es una chica bien de una familia adinerada que está a punto de casarse con Filippo, el hombre de sus sueños, un italiano también de buena familia, guapísimo y que la trata como la princesa que es. Una princesa a la fuga. Porque mientras los invitados están ya sentados esperando ella se agobia, se angustia y sale corriendo jardín a través, con el vestido y unas bambas, dejando a Filippo plantado. David es el camarero de un bar cutre al que las hermanas de Margot deciden llevarla para tratar de animarla después de la huida de la boda, la bronca de su madre y el enfado de Filippo quien, a pesar de que ella le ha garantizado que sigue queriéndole, ha decidido tomarse un tiempo y coger distancia de la que en otro momento fuera su prometida. David es un chico sencillo, guapo, atractivo, que está enamorado de una mujer que no tiene tan claro como él su amor y que le usa en una relación más física que emocional en la que entra y sale sin dar muchas explicaciones. Se caen bien. Él la hace pasar por su nueva novia para darle celos a la chica que quiere. Y ella encuentra en él alguien con quien se siente bien y que no le está recordando constantemente el plantón de la boda. 

Así empieza una amistad que se va convirtiendo en algo más en un viaje por las islas griegas que Margot decide hacer para olvidarse de que su novio le ha pedido que ni le escriba durante un mes. Un viaje en el que, lejos de las presiones de su familia, de las bromas y consejos de sus hermanas, de las burlas de sus empleados en la empresa familiar... Consigue ser ella misma. El viaje... Ese viaje... Desde que pisé por primera vez las islas griegas tengo claro que ése es mi paraíso particular. Es como casa. Pero sin ser casa. Y eso, sentirse como en el hogar pero descubriéndolo todo por primera vez, es una sensación tan placentera... Y así me he sentido siempre en esas islas blancas y azules. Y eso, que aparezcan esas islas que quiero tanto, es, para mí, un plus del libro. ¡Ah! hay mucho sexo en 'Un cuento perfecto'. He leído reseñas por ahí en las que critican este aspecto. A ver... Es verdad que la historia funcionaría con menos escenas de cama y menos cariñitos, pero oye, los principios de las relaciones son así, te pasas el día abalanzándote sobre el otro a la primera ocasión. Y si no es así, no es de verdad. Al menos en mi caso. Es verdad que alguna escena es un poco... Bueno, si lo leéis sabréis a qué me refiero, aunque está bien para desdramatizar algunas cosas. Porque David, sinceramente, es para llevárselo a casa. Y esa relación, esa forma de conocerse, de hacerse amigos, de enamorarse... Esa relación supongo que es con la que muchas hemos soñado cuando nos hemos permitido soñar. Hay mucha filosofía sobre el amor de este libro que comparto plenamente. Como que el amor es sencillo pero la vida a veces no. O, como dice Candela, la hermana más bohemia de Margot, que los hombres que te hacen reír son malos, porque a ésos nunca consigues olvidarles del todo.

Explicado todo esto, no os voy a contar el final. La historia de Margot y David puede acabar bien o acabar mal. Aunque eso de bien y mal es muy subjetivo ya que, a veces, el mejor final de una historia de amor es un bonito recuerdo, poder mirar atrás, pensar en ella, y que se pinte una sonrisa melancólica en la cara. 

"Mi madre me despertó al alba. La pobre luz de aquel momento del día entraba por los grandes ventanales de la planta baja, donde estaba mi habitación. Le importó muy poco que hubiéramos terminado relativamente tarde la cena preboda y que luego tardara una hora en meterme en la cama pro culpa de su secuestro. Al parecer, dormir en mi casa con mi futuro marido, la noche antes de la boda, era muy mala idea. Era mejor dormir en una de las habitaciones del parador donde iba a celebrarse el enlace... a ochenta kilómetros de Madrid. Un parador con unos jardines preciosos, famoso por el catering que servía la cena, con una puesta de sol increíble..., pero deficiente en sus catres, pro cierto. Así que además de dormir poco y mal, tenía la espalda entumecida y me daba la sensación de moverme con la elegancia de un pollo asado rodando sin cabeza con un palo insertado en el recto."

Título: Un cuento perfecto
Autora: Elísabet Benavent
Editorial: Suma de letras 
Páginas: 640
Precio: 17,90€
Procedencia: comprado




Comentarios

  1. Ves. Es que a mí se me amontonan los topicazos, me empacho y ya pierdo el interés con esta historia. Y además te confieso así, entre tú y yo que ya sabes muchas cosas, que me dan rabia porque yo creía en esto y la vida, al menos la que a mí me ha tocado me demuestra insistentemente que no. No entiendo que a la gente le moleste tanta escena íntima, como tú dices, al principio con la novedad y todas esas hormonas a punto de hacerte explotar es lo normal.
    Pero entiendo perfectamente lo que te pasó con él y se merece un sitio de honor en tu estantería porque ha sido curativo y cumplió una misión muy difícil. Hasta que no llegué a lo de las Islas Griegas no entendía del todo la intensidad de tu entusiasmo, luego ya lo tuve claro.
    Si encuentras una novela donde viajen a Disneyland, por favor, avisa. En "Este libro te salvará la vida", iban pero solo un día.
    Besotes Dorothy Keyes

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    1. A ver, Norah. Ya te digo, que es lo que es. Y sí, entiendo lo que dices porque yo también creía en esas cosas y resulta que creces y te das cuenta de que no. Y sí, da rabia porque este tipo de libros te hacen pensar que sí pasan estas cosas y entonces empiezas con el soniquete de "¿por qué a mí no...?". Así, que sí, que te compro todo el argumento, pero sí, llegó en un momento complicado y me salvó. Y sí, eso de las islas griegas... ¡Allí me quiero ir ahora mismo! ¡Ya! ¡Chocando tres veces los talones de mis zapatos de rubíes! Tomo nota de lo de Disneyland.

      Un besazo.

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  2. No sé si me apetece, y eso que yo soy muy fan de las islas griegas. Pero tengo un montón de libros esperando en la mesa del salón (los pongo encima de la mesa formando un montón, porque si los meto en la estantería, pasan a formar parte del nivel 2, menos urgentes). Y mira tú por donde, el último de Philippe Claudel, "Phantasie allemande" me ha dejado bastante deprimido, así que ahora me toca un clásico de crímenes.

    Besazos

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    1. Sorokin, este libro no es, para nada, para ti. Olvídate de él. ¿Mesa del salón? Ay... A mí no dejan de aparecerme montoncitos de libros por todos los rincones de la casa. Y eso que desde hace meses apenas compro libros... Claudel es que te quita un trocito de alma con cada palabra. Él es así. Y nos gusta que sea así. Por cierto, el siguiente que he reseñado sí que lo veo para ti.

      Besines.

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  3. Reina. Leí el primer párrafo: 'Hay momentos en esta vida en que necesitas luz, porque son oscuros. Hay momentos en los que necesitas que te lleven lejos, a sitios en los que fuiste feliz, porque apenas puedes salir de cuatro paredes. Hay momentos en los que necesitas vida porque sientes que te ronda la muerte. Hay momentos en los que 'Un cuento perfecto' es el mejor libro que se te puede cruzar en el camino, como si esas más de 600 páginas supieran que las necesitas. Seguramente, muchos habréis leído ésta historia de Elísabet Benavent (u otras) como una comedia romántica sin más. Un libro divertido, sin más complicaciones que las propias de una historia de amor, que se lee rápido, que te hace sonreír, también llorar y hasta soñar. Pero ya. Para mí este libro fue algo más. Uno de mis compañeros de hospital. Tuve varios durante ese mes y medio que pasé de forma intermitente en la incómoda butaca del acompañante. Y no todos fueron buenos. Éste, sin duda, fue el que me hizo olvidar con más facilidad dónde estaba. Y eso, en algunos momentos, es lo único que necesitas'. Me desmoroné. Te entiendo tannnn bien. Yo te voy a hacer caso. Creo que me lo voy a comprar porque estos tiempos actuales no son nada luminosos y también necesito viajar a un lugar donde ser feliz. Si este libro te ha ayudado, me ayudará a mí también. Gracias.

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    1. Marisa, es que en tiempos de oscuridad no sabes cómo se agradece un poco de luz. Aunque sea la de una bombilla vieja que parpadea o el reflejo de una lentejuela. Este libro no es una gran obra maestra, pero llegó en el momento adecuado y a veces, en realidad la mayoría de veces, eso es casi más importante. ¿No?

      Un besote.
      (Y ya me contarás).

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