Personajes desesperados
Personajes desesperados, de Paula Fox (Sexto piso) | @martatorresmol |
Una obra de teatro. Por los escasos personajes. Por las descripciones de los espacios. Por el ambiente. Incluso por la luz. Esa luz que impregna siempre el escenario, ese lugar donde las mañanas más luminosas tienen siempre alma nocturna. Una obra de teatro. Es la sensación que deja, 'Personajes desesperados', de Paula Fox, una novela en la que no importa tanto lo que pasa como aquello que no pasa. O que no sabemos si pasará. Una anormalidad vestida de normalidad absoluta. La de un matrimonio cuarentañero del Nueva York de los años 70. Acomodados. Sin hijos. Con una preciosa casa en Brooklyn y un día a día plagado de pequeños lujos y una intensa vida social en las altas esferas neoyorquinas. Una normalidad, casi aburrida, en la que se cuela un gato. Un gato callejero que ronda el porche y al que ella, Sophie, decide sacar un cuenco de leche. Y juguetear con él. Y hacerle carantoñas hasta que el gato, sin ella esperárselo, se revuelve. La araña. Y le muerde la mano.
Y ahí empieza la historia de todo lo que no se dice. Sophie está aterrada. La mano no hace más que hinchársele. Y le sangra. Pero es una despreocupada y organizada mujer moderna, valiente, autosuficiente a pesar de Otto, así que se come todo ese miedo. La cabeza de Sophie va por un lado y su sonrisa, por otro totalmente diferente. Pero ese miedo. Irracional. Que no quiere reconocer hasta el punto de negarse, como una niña malcriada, a ir al médico. La vida de Otto y Sophie transcurre igual que antes del gato, nada ha cambiado. Siguen yendo a las fiestas de sus amigos, siguen pensando en sus vacaciones en su casita en el campo, siguen con problemas en el trabajo... Pero, al mismo tiempo, todo ha cambiado. No se nota, el mar (la Mar) sigue, aparentemente, con la misma calma, aunque su superficie esconde todo un temporal. Y así, mientras parece que no pasa nada, en realidad, por las páginas de 'Personajes desesperados' pasa absolutamente de todo: amor, trabajo, amistad, salud, ocio, locura, miedo, indiferencia... Y todo con esa forma de mirar y de contar de Fox. Tan quirúrgica, tan sincera, tan franca, tan de ver aquello que para la mayoría pasaría desapercibido...
"Otto desplegó despacio una gran servilleta de lino.
-El gato ha vuelto -dijo Sophie.
-¿Te sorprende? -preguntó él-. ¿Qué esperabas?
Sophie miró la puerta de cristal que había detrás de Otto. Daba a un pequeño porche de madera, suspendido sobre el jardín trasero como un nido de cuervos. El gato estaba restregando su cuerpo sucio y escuálido contra la base de la puerta con suave insistencia. Su pelaje gris, del gris de los hongos arbóreos, era ligeramente atigrado. Tenía la cabeza inmensa, como una calabaza, con carrillos prominentes, impúdica, grotesca."
Título: Personajes desesperados
Autora: Paula Fox
Traductora: Rosa Pérez Pérez
Editorial: Sexto piso
Páginas: 208
Precio: 19,90
Procedencia: Bookish
¡¡Hola!! Sexto Piso tiene cosas muy interesantes. Esta es demasiado rara para mí, no me gustan estas historias tan entre líneas o quizás es porque ahora no me da la cabeza para encontrar el mensaje oculto. Porque el punto de partida me gustaba, la situación y la rutina pero no sé, no entiendo muy bien lo de la mano y que no vaya al médico.
ResponderEliminarIgual en otro momento.
Besote Dorothy Yates
Norah, es curioso, porque es rara siendo, en realidad, de las novelas más reales y pegadas a la vida normal que he leído en mucho tiempo. Lo de la mano es tan sencillo como algo que seguro que has hecho mil veces: restarle importancia a algo para que los demás no se preocupen aunque tú estés agobiadísima. Aunque sí, quizás en otro momento, ahora es tiempo de libros que nos hagan volar y soñar, no caminar pegadas al suelo.
EliminarUn beso.
Me tientas con esta historia, pero como Norah, me animaré en otro momento, que mi cabeza ande más despejada.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, sí, no es un libro para estos días, me temo. Yo, al menos, preferiría otras cosas ahora mismo.
EliminarUn besazo.