Cocineras en Ibiza, mi libro
"A Lolita, Freddy Mercury le cantaba entre ollas y sartenes. Tras extenuantes noches de trabajo, Pepa y Catalina veían amanecer desde la terraza de su restaurante. Maria observaba desde la cocina cómo a las mujeres en la Ibiza de los 70 aún les costaba entrar solas en un bar. A Catalina le hacía feliz que pidieran "un arroz de los suyos". Margalida se encontró un día sola ante los fogones. La primera vez que Pepa sirvió cuinat, se quedó sin siquiera un plato para su familia. Hasta quince horas llegaba a pasar Catalina al mando de los fuegos. Las abuelas de Marga alimentaron, desde muy pequeña, su pasión por la cocina. Cuando Vicky cambió el quirófano por el restaurante no pensó que fuera para siempre. De niña, Lina ya les pedía a los Reyes Magos una cocina.
Estas once mujeres han pasado décadas entre fogones. Aquí están sus vidas. Y algunas de sus recetas".
Ése es el texto de la contraportada de un libro muy especial para mí. Mi libro, que el lunes estará ya en las librerías. El motivo por el que el año pasado dejé un poco de lado el blog (y muchas otras cosas). Ha sido un camino largo. Una idea que llevaba diez años apartando para cuando tuviera tiempo (cómo si alguna vez lo fuera a tener) y que en diciembre de 2018 me cogió por las solapas y me dijo que ya estaba bien. Que me iba a quedar sin días libres, sin vacaciones, sin tiempo para leer y sin horas de playa, pero que ya estaba bien, que ella se había cansado ya de dar vueltas por mi cabeza. Fue una tarde de invierno. Sentada con una amiga en los fabulosos sofás del Hostal La Torre, viendo la puesta de sol peladas de frío y con unos gintonics. Ahí se puso en marcha 'Cocineras en Ibiza', un libro que recoge la historia de once mujeres que se han pasado la vida en cocinas de bares y restaurantes de la isla, mujeres que han dado de comer a varias generaciones de isleños y turistas, y a las que poca gente pone cara. O nombre. Ha sido una experiencia maravillosa hablar con todas esas mujeres, tomarse un café, dejar que me inmiscuyera en sus vidas y en sus recuerdos. Reírnos juntas durante las sesiones de fotos (qué bonito mira Toni Escobar, por Belenos). Y llorar. Porque en las recetas no hay secretos, pero en las confesiones sí. Nunca les estaré lo suficientemente agradecida. Hay recetas, claro, no puede no haberlas en un libro de cocina. Pero la base son las historias, sus vidas. La que lloraba porque, a diferencia de sus hermanos, no la dejaban ir al colegio. La que, de niña, se acercaba cada día al puerto a buscar el pescado para la comida. La que veía cómo su madre escondía huevos en el delantal para que su abuela no los vendiera y pudieran comérselos... Historias, en el fondo, de mujeres.
No me lo pienso perder, por supuesto. Pregunté en la casa del libro de Madrid el fin de semana pasado y todavía no lo tenían. Voy a pedirlo por Internet, porque no puedo esperar a la próxima vez que vaya a España.
ResponderEliminarEnhorabuena, escritora.
Un abrazo
Sorokin, ha editorial no vende en Amazon (dice que para qué, si luego ya se encargan los libreros de poner sus libros ahí), pero creo que en un par de semanas, a lo sumo, estará en FNAC, Casa del Libro y Altaïr. Espero que no le decepcionen las historias y que le sirvan las recetas.
EliminarAbrazos.
¡Enhorabuena Marta! Pues yo voy a pedirlo para que lo compren en la biblio y lo mismo me lo pillo por Amazon. Me apetece mucho echarle un vistazo
ResponderEliminarUn beso y ¡suerte!!!!
Marian, a ver si te lo llevan, no sé si lo encontrarás en Amazon, pero en un par de semanas seguro que está ya en las webs de Fnac, Casa del Libro y Altaïr. Echarle un vistazo es la expresión correcta, porque las fotos de Toni son preciosas.
EliminarUn besote.
¡Y gracias!
Yo vivo en mi cocina. Ella vive en el salón. Lo he dicho muchas veces en mi blog. Y a mis niñas solo les gusta que las cocine yo. Me paso los fines de semana en la cocina para que se lleven cuando vienen comida para oda la semana. Pero no me importa. Desde que me jubile, bueno antes también cocino yo. Me gusta y me relaja. Asé es que voy a buscarme ese libro así cambiare un poco el menú de mis nenas.
ResponderEliminarBeso
Erik, la cocina, cuando te gusta, es una maravilla, pero sé por gente que tengo cerca que cuando no te gusta, es una tortura. En el libro encontrarás recetas, pero también las historias de mujeres que se han pasado media vida en la cocina de bares y restaurantes.
EliminarAbrazos.
Vaya, vaya ¡qué agradable sorpresa! ¡enhorabuena! y seguro que el libro está genial. Recuperar y recopilar la historia de esta once mujeres habrá sido un trabajo muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
Al calor... pues eso lo tendrán que decir los lectores, aunque, de momento, los comentarios que me llegan son buenos. Ha sido un trabajo interesante y enriquecedor. ¡Muchas gracias!
EliminarAbrazos.
Ay, ay, ay,... que nuestras Dorothy, además de calzarse tacones, se ha puesto la montera (como decimos aquí). Me alegro un montón, de verdad. Qué bonita ha tenido que ser la experiencia. Espero que el libro funcione realmente bien y sea el primero de muchos. Mucha suerte y muchos besos.
ResponderEliminarMarisa, estoy muy contenta. Ha sido más de un año muy duro, combinando trabajo con el libro (localizar a las señoras, quedar con ellas, explicarles el proyecto, convencerlas, volver a quedar para hablar, para las fotos, para las recetas...) pero el resultado ha sido espectacular. El libro ha quedado muy muy bonito, al menos en la parte estética, luego ya el contenido... La presentación fue un éxito, con gente de pie porque no cabía ya en el auditorio y más de una hora firmando... Estoy feliz, la verdad. (Y sí, ya hay otros en mente).
EliminarUn besazo.
¡¡Enhorabuena!! Espero que vaya genial y muchísima gente se anime a conocer a estas mujeres que seguro tienen mucho que contar. Además estoy segura de que lo has hecho con mucho cariño y hay mucho de ti en él. Reconozco que pensaba que serían más recetas que otra cosa y me alegro de haberme equivocado porque así me gusta más.
ResponderEliminarDisfruta mucho, Dorothy Child.
Besotes, Marta Torres
Norah, pues la verdad es que estoy muy contenta. ¡Contentísima! Vino muchísima gente, mucha se tuvo que quedar de pie porque ya no cabía en el auditorio. Y ellas, mis chicas, estuvieron estupendas. Muy sueltas cuando el presentador las cogió a traición (no las habíamos avisado) para preguntarles. Hay recetas, no puede no haberlas en un libro de cocina, pero la base son las historias, sus historias.
EliminarGracias, Norah