'La señora Harris en Nueva York'
'La señora Harris en Nueva York', Paul Gallico (Alba) | @martatorresmol |
Era inevitable. Enamorada de la entrañable señora Harris tras conocerla en 'Flores para la señora Harris', no podía no leer su nueva aventura: 'La señora Harris en Nueva York'. En ella, su autor, el periodista Paul Gallico, la mete en otro buen berenjenal. Allende los mares, como ya se deduce en el título. Y enredando en ella, de pleno, a su amiga del alma, la señora Butterfield, a la que el ímpetu y las buenas intenciones llevadas al extremo de su amiga a punto están de costarle la salud, pobrecita mía. Para quienes no conozcan (o no tengan la memoria muy fresca) a la protagonista, recapitulemos. La señora Harris es una señora de la limpieza londinense. Pero de las buenas. Ella es muy humilde, pero muy íntegra. Y aunque su economía no le permita más capricho que alguna pinta en el pub con su inseparable compañera de fatigas y un sombrero de rebajas y pasado de moda de vez en cuando no tiene problemas en despedirse cuando alguno de sus adinerados clientes (muchos viven en Belgravia, nada menos) hace algo que no le parece bien. A la señora Harris la envuelve un halo de bondad y encanto que la saca de todos los fregados, que no son pocos, en los que se mete.
Ese encanto con el que conquistó a quienes leímos su aventura en París sigue intacto en esta segunda entrega en la que su buen corazón al borde la pone de la prisión en más de una ocasión. El deseo de la querida limpiadora no es, aquí, conseguir un vestido de Dior sino encontrar al padre del pequeño Henry, el niño que vive con sus vecinos. Abandonado por su padre, combatiente estadounidense, primero, y por su madre, una madre soltera sin recursos, después, el pequeño soporta palizas, insultos y falta de comida. Así que la señora Harris, harta de escuchar las vejaciones que sufre el pequeño, urde todo un plan para llevárselo de extranjis a Estados Unidos donde, está convencida, no será muy complicado encontrar a su padre. Así, los tres (Henry, la señora Harris y la sufrida señora Butterfield), acaban embarcados en un transatlántico, enrolando para su misión al embajador de Francia en Estados Unidos, recorriendo varios estados en busca del padre del niño, montando en Rolls Royce, comiendo helado, metiéndose en los barrios más conflictivos de Nueva York... Y, aunque desde el principio, a poco que se conozca a Gallico, una ya se hace una idea muy aproximada de cómo se resolverá todo, leer las aventuras de la señora Harris es siempre una delicia. Una lectura adorable.
"En el fondo de su corazón, la señora Harris sabía muy bien que, para ella, un viaje a Estados Unidos era tan improbable como uno a la luna. Era verdad que había llegado a cruzar el canal de la Mancha, y que gracias a los aviones el océano Atlántico sólo era una masa de agua que se podía sobrevolar a toda velocidad, pero las consideraciones prácticas de los gastos, la manutención, etcétera, hacían que un viaje así le resultara inalcanzable. Había conseguido ir a París y materializar su sueño después de dos años de ahorros y economías, pero ese esfuerzo había sido de los que se hacen una vez en la vida. Ahora era mayor y consciente de que ya no se veía capaz de intentar reunir la cantidad necesaria de libras para financiar semejante expedición".
Título: 'La señora Harris en Nueva York'
Autor: Paul Gallico
Traductor: Ismael Attrache
Editorial: Alba
Colección: Rara Avis
Páginas: 232
Precio: 16
Procedencia: comprado
Lo tengo en la estantería pendiente y seguro qeu cae este verano tumbada en la playa. Me alegra ver que la señora Harris sigue con su mismo encanto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, es una muy buena lectura de verano. La señora Harris sigue igual, un poco más nerviosa, pero igual. Hasta saca su lado más seductor, no te digo más.
EliminarUn besote.
Me encanta. Soy de las que cayó rendida con el personaje y la historia y puede que por eso no me haya atrevido aún a ir a Nueva York, me daba miedo de que se desvaneciera y me desengañar, que fuera un aprovechar el tirón y el primer éxito. Ahora ya veo que no, así que muy contenta iré preparando viaje a NY.
ResponderEliminarBesos, Dorothy Parker
Norah, la señora Harris sigue igual, eso sí, esta novela no tiene ese halo de cuento de Navidad que tenía el primero. Tanto por la extensión como por el tono es más una novela que un cuento. Ella mantiene su encanto y la verdad es que se lo hace pasar un poquito mal a la señora Butterfield, pobrecita mía.
EliminarUn besazo.
¡Rara avis a la vista! Pues yo ni conocía a la señora Harris, espero que no me lo tengas en cuenta. (Y gracias por esa recapitulación para lectoras tan perdidas como yo jajajaja). Tiene muy buena pinta, aunque obviamente intentaría encontrar "Flores para la señora Harris" y ver si me atrapa tanto como a ti.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Rara Avis es una garantía. Todos los libros de esta colección me han gustado. Algunos más y otros menos, pero todos me han resultado interesantes. Conoce a la señora Harris. Es entrañable. Y su primeva aventura, en París, tiene un aire de cuento de Navidad que te toca el corazoncito. ¡Ya me contarás!
EliminarBesos.
Pues yo nunca he leído a la señora Harris pero no voy a negar que me atrae lo que contáis. Besos
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