La red púrpura


La red púrpura (Carmen Mola) | @martatorresmol


Ya dije cuando leí 'La novia gitana' que aquel final me recordaba (fuertemente, que diría un personaje de Forges) a 'Los sin nombre', de Jaume Balagueró. Acabada 'La red púrpura', la segunda parte, esa sensación es, aún, mucho más intensa. Por eso, supongo, ese momento poco antes del final en el que imagino a la mayoría de los lectores comiéndose los muñones (las uñas las perdieron muchas páginas antes) lo pasé la mar de tranquila, convencida de que pasaría lo que, finalmente, pasó. Y eso, la sospecha desde las últimas páginas de la anterior entrega de que el final sería el que es (perdón por el trabalenguas, pero no es plan de destripar nada) es el único pero que le pongo a los dos libros de Carmen Mola (a ver si algún día sabemos quién es). El único, porque, independientemente de ese detalle, la segunda entrega de los casos y la vida de la inspectora Elena Blanco es, para mí, mucho mejor que la anterior.

Sigue siendo igual de cruda, de dura, de descarnada y de gore. Sí, porque los detalles, como en el primer libro, son de los que te hacen entornar los ojos y leerlos a toda prisa. Un vano intento de que no se te queden pegados como un chicle al cerebro. Si en la primera entrega eran los gusanos la imagen que te perseguía una vez terminada la lectura, en ésta es la violencia humana, el desprecio por la vida del otro, o del dolor. Porque cuesta creer que alguien disfrute viendo cómo una persona le hace daño a otra, hasta que no puede más, hasta que pierde la conciencia, hasta que empieza a desear que todo, incluso su propia vida, acabe. La tensión, sin embargo, no viene sólo de esa red que secuestra mujeres para torturarlas hasta la muerte mientras decenas de depravados con dinero babean de placer con cada grito, desmayo o gota de sangre. La propia Elena Blanco, su secreto, es lo que más inquietud genera. Ella sabe, porque lo sabe desde ese primer vídeo en el que dos hombres torturan y asesinan a una joven, que Lucas, su hijo, el niño que soltó su mano en la multitud de la plaza Mayor y nunca más volvió, tiene algo que ver. Lo sabe, lo teme, lo esconde. Incluso a sus compañeros. Aunque se ponga en peligro a ella misma. Así que en esta segunda entrega los nervios, las ganas de saber qué pasa, la incertidumbre, la tensión, las cloacas de la condición humana... Son aún más intensos que en la primera entrega. Y sí, el final era el que pensaba. El que imaginaba. El mismo con el que Jaume Balagueró me dejó noqueada la primera vez que vi 'Los sin nombre', una de las dos películas más aterradoras que he visto.

"La pantalla muestra un espacio casi vacío, desangelado. Sólo hay una silla de madera en el centro de la estancia y un monitor grande en una pared tosca, de ladrillo. No hay ningún indicio de lo que va a ocurrir allí, pero, poco a poco, más y más ordenadores se irán conectando. Dentro de unos minutos serán casi cien; sus propietarios no se conocen entre ellos, aunque disfrutarán del mismo espectáculo. La mayoría está en España, pero también los hay en Portugal, en México, en Brasil... Muchos son hombres de entre treinta y cinco y cincuenta años; aunque hay alguna mujer, varios jubilados, hasta un menor de edad... Todos han pagado los seis mil euros que les han exigido, en bitcoins y de forma segura, sin dejar huella".

Título: 'La red púrpura'
Autora: Carmen Mola
Editorial: Alfaguara
Páginas: 432
Precio: 19,90€
Procedencia: biblioteca mamá

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola!! Pues con este no me pillas y menos con torturas. Como se suele decir, para muestra un botón. Ya he cumplido y tampoco me pareció para tanto. Eso sí, confieso que me he leído el final en la librería. Es que la curiosidad es lo que tiene...
    Besotes, Dorothy Thilliez.

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! Pues a mi sí me pillas, jeje. Siempre he mirado estas novelas de las que todo el mundo habla maravillas con un poco de reticencia, pero después de leer tu opinión, creo que cuando decida volver a mi zona de confort, las leeré. Y encima la peli que comentas no recuerdo haberla visto y eso que siempre ando buscando pelis de terror que de verdad me produzca terror. Aunque como dices que el final es el mismo, creo que primero leeré los libros y después intentaré conseguir la peli
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Pues tu opinión trae aire fresco a los libros de la fantasma Mola. Todo el mundo dice que es justo lo contrario, que el último es peor. La verdad es que yo me quedé pillada con el primero y ahora me han entrado más ganas de leerla con esa referencia a Los sin nombre. Recuerdo que me gustó. Lo dicho. Sería interesante darle una oportunidad antes de que Mola o quién sea que está detrás, siga escribiendo. Besos

    ResponderEliminar
  5. Me acabo de comprar "La novia gitana" en la Casa del Libro de la calle Goya, aprovechando que estoy en el foro. Tiemblo de emoción. No sé si lanzarme a tumba abierta o terminar primero "la historia de las religiones" de E.O. James que he encontrado en un rincón de mi estantería madrileña (no es broma, es interesantísimo)
    En fin, de vuelta a Bruselas tendré tiempo para todo.
    Besotes

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comenta, habla, opina, grita, chilla, susurra...

Entradas populares