'Flaó', ese postre que odias o amas
@martatorresmol |
Un flechazo. Un amor eterno al primer bocado. O te vuelve loco o lo odias. El flaó es así. No admite medias tintas. Su peculiar sabor (no se parece a ningún otro postre que hayáis probado) lo convierte en único y catarlo debería ser uno de los diez mandamientos a cumplir por todo aquel que visite la isla (prometo compartirlo algún día). Por si no tenéis pensado pasaros por aquí, siempre podéis hacerlo en casa. Es mucho más sencillo de lo que parece. En mi caso, soy de las que lo adora, pero prefiero la humilde greixonera, el primer postre típico de la isla que aprendí a preparar. El flaó es intenso, contundente, con un toque fresco y un sabor imposible de olvidar.
Ingredientes para la masa:
-200 gramos de harina (que no sea de fuerza)
-un huevo
-un pellizco de sal
-30 gramos de azúcar
-ralladura de un limón
-medio vaso de aceite de oliva (se hacía con grasa de cerdo, pero yo lo prefiero con aceite)
-un chupito de anís
-una cucharadita de matalaúva
Ingredientes para el relleno:
-250 gramos de azúcar
-dos huevos enteros y cuatro yemas (intentad que sean payeses, sólo así conseguiréis ese color amarillo tan apetecible)
-300 gramos de queso fresco de burgos sin sal
-200 gramos de queso de oveja
-hierbabuena picada no muy pequeña
-ocho hojas de hierbabuena para decorar
Preparación:
-Lo primero, la masa. Trabajad en un bol grande. Untad el molde (uno de esos dentados) con un poco de aceite. ¡Ah! Poned a calentar el horno (180 grados), así cuando acabéis no tendréis que esperar.
-Batid el huevo, añadidle el azúcar, el pellizco de sal, la ralladura de limón, los granos de matalaúva y el chupito de anís. Mezcladlo todo bien y comenzad a añadir la harina y el aceite poco a poco. Cuando coja cuerpo, sacadla del bol y seguid amasando sobre la encimera. Notaréis en las manos cuando la masa está bien. No debe quedarse pegada a los dedos ni romperse. Si se os pega, le falta un pelín de harina. Si se rompe, le falta un pelín de aceite. Es sencillo.
-Estiradla con un rodillo sobre la mesa (harina abajo para que no se pegue) hasta que tenga el tamaño suficiente para cubrir el fondo y los laterales del molde. Colocadla, debe sobrar un poco. Pegadla bien a los pliegues.
-Vamos con el relleno. Batid en un bol hondo, con un tenedor, los huevos enteros y las yemas. Añadid el azúcar y mezcladlo bien. Incorporad el queso, podéis rallarlo, pero yo prefiero desmenuzarlo con las manos y luego darle un toque de batidora.
-Echad la hierbabuena y mezcladla bien con el resto del relleno. Ni se os ocurra echar mano de la batidora en este momento porque entonces os quedaría un flaó a lo Hulk, o sea, verde. Y, a no ser que sea el día de San Patricio, no es plan.
-Rellenad con esta pasta el molde y colocad encima las hojas de hierbabuena que habéis reservado. Recortad los bordes de la masa para que os quede bien bonita.
-Meted el flaó en el horno y dejadlo a 180 grados entre 40 y 50 minutos. Para saber si está hecho lo mejor es pincharlo con un palillo en el centro. Si sale seco, es que ya está.
-Dejadlo enfriar. Lo tradicional es espolvorear un poco de azúcar por encima, aunque a mí, personalmente, no me gusta hacerlo, lo prefiero sin. Pero reconozco que en eso soy una hereje.
Una curiosidad: Aunque ahora se consume todo el año, antiguamente se preparaba en Pascua, ya que es cuando mejor estaban los quesos. De hecho, en muchas de las casas era un trozo de flaó con lo que agradecían al cura que bendijera y protegiera los hogares dejando un pellizco de sal y salpicando unas gotas de agua bendita en la puerta, lo que se conoce como la salpassa,
¡Oh! qué curioso, sobre todo por eso del amor-odio, una no puede saber si no cata. Me ha gustado descubrir este postre (que ni de oídas...)
ResponderEliminarBesos
Marilú, está muy rico... Y es un sabor muy original.
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En algún planeta de algún universo de los infinitos posibles puede que cocine. En este no, solo sé hacer cocina de supervivencia. No sé si me gustaría el dulce, de los ingredientes lo que no me van son las hierbas, lo demás puede ser.
ResponderEliminarHabrá que probar.
Besos, Dorothy Ladureé
Norah, cocinar, desde que se ha puesto de moda, está sobrevalorado. Te aseguro que en algún planeta de algún universo de los infinitos posibles puede que planche...
Eliminarbesos
Fantástica receta, la tendré en mente para el futuro porque ahora estoy en plena operación vikini y esta delicia como que no adelgazará mucho verdad!
ResponderEliminarPero volveré a leerla para hacerla cuando recupere la silueta ideal para el vikiqui, o para invitar a los amigos, que también...
Besos :)
Nieves, light light como que no es. ¡Pruébala en otoño!
EliminarBesitos
Uh, esto parece una pizza!! Y además lleva queso... así que debo ser de las del bando que aman este postre xD Pero para saberlo definitivamente tendré que probarlo :)
ResponderEliminarUn beso
Mel, nada que ver con la pizza, lo aseguro. Eso sí, sabe mucho a queso. Ya me dirás qué tal.
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Uys, es que aquí me pillas. No soy de postres... Pero no me importaría probar...
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari, pues nada, pásale la receta a alguien...
Eliminarbesazos
ay, Dorothy vaya entradas traes últimamente y siempre las leo cuando más hambre tengo jejeje. Besos.
ResponderEliminarMarisa, es que estoy diversificando contenidos...
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Leo los ingredientes y sin probarlo ya estoy de acuerdo contigo: se tiene que amar u odiar. Yo no tengo pensado ir a la isla pronto (por desgracia) y aunque cocino muy bien (¡toma ya! no tengo abuela ...) nunca lo he intentado con los postres. Pero voy a ver si consigo "engañar" a alguien y que me lo haga, ¿no?
ResponderEliminarbsos!
Rossy, es muy sencillo de hacer, así que seguro que engañas a alguien para que lo haga y descubres si eres de las que lo aman o lo odian.
EliminarBesitos
ohhhh, pues no lo conocía, igual pruebo, a ver a qué grupo pertenezco :-P Un besote!
ResponderEliminarMeg, hay mundos más allá de la ensaimada en las islas. De hecho, los mundos que quedan fuera son mucho más sabrosos. Si te animas, me cuentas.
EliminarUn besazo
No conocía ese postre. Creo que me gustaría. Estuve a punto de visitar Ibiza, pero al final no pude. A ver si me asomo alguna vez y lo pruebo.
ResponderEliminarY si no me animo a hacerlo, qué narices! jajaja
Besos y gracias por la receta
Saramaga, el sabor es muy peculiar. Hay a quien le encanta desde el primer bocado y quien necesita varias veces para descubrir que le gusta, No deja indiferente a nadie. ¡Hazlo! ¡No cuesta nada! ¡Es muy fácil! A ver si te pasas por aquí, que vale la pena.
EliminarBesines
Yo soy de las que lo odian... Bueno a medias... Me gusta tanto el dulce que aunque no me entusiasme si me ofrecen y no hay otra cosa me lo zampo! ;)
ResponderEliminarAlba, es un poco lo que me pasa a mí, aunque tengo que decir que, desde que lo preparo porque es la debilidad de una de mis hermanas y del que es como mi segundo padre, me gusta mucho más. Creo que el problema es que en muchos sitios ya no lo hacen sólo con queso sino que lo mezclan con yogur o puré de patata para ahorrar y el sabor no es el mismo. Además, he modificado la receta añadiéndole más yemas y menos claras y con más queso. ¡Y ahora me encanta!
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