Sólo para gigantes (Gabi Martínez)



Yo, de mayor, quiero escribir como Gabi Martínez. Quiero meterme en las historias como se mete él. De cabeza. Y vivirlas como las vive él. Si hay alguien que represente ahora mismo en España el Nuevo Periodismo de los años 60, ése que nos vuelve locos a los que amamos este maltratado oficio en vías de extinción, es él. Periodismo que es casi novela. Investigaciones, casi persecuciones a veces, de historias. Y una forma de contar de las que te atrapa. Y eso es exactamente lo que hace en 'Sólo para gigantes', en la que cuenta la historia de Jordi Magraner, un zoólogo de origen valenciano al que asesinaron en el Hindu Kush pakistaní, donde llevaba quince años buscando al yeti.

La historia comienza en un avión, sobrevolando esas montañas siempre cubiertas de nieve en las que Magraner encontró su paraíso y donde la muerte le encontró a él. En su silla, en su casa, en un refugio al que no hubiera dejado entrar a un extraño. Allí lo degollaron. Lo mismo que, unos días más tarde, al niño kalash al que estaba educando. Allí lo encontró Shamsur, el anterior niño al que había educado. Alguien con quien había compartido esos quince años y que inevitablemente está también en el saco de los posibles asesinos del zoólogo. Un saco bien nutrido, ya que durante todos esos años explorando la fauna de la zona si algo se había granjeado eran algunas enemistades. Vehemente, convencido de tener siempre la razón, un líder nato... Magraner había pisado callos y levantado ampollas en una zona cada vez más caliente en la que, con el estallido de los talibanes, el extranjero amante de los kalash (una etnia de origen indoeuropeo, se dice que descendientes de los soldados del propio Alejandro Magno, que practica el paganismo y que vive rodeada, casi acosada, de musulmanes) se va convirtiendo en un sospechoso. Sobre todo cuando a pesar de las amenazas y de la falta de recursos para sus investigaciones, decide resistir. Quedarse. Seguir en esas montañas. En su edén. A la búsqueda del barmanu, ese ser, mezcla de primate y humano, que aparece en las leyendas. Que muchos lugareños afirman haber visto. Del que hay huellas. Y que el propio Magraner y algunos de sus compañeros de aventura aseguran, incluso, haber oído. 

Gabi Martínez descubre a Magraner en un libro. Y ve ahí una historia que contar. Magraner perseguía al barmanu y Martínez persigue a Magraner. Su eco. Su fantasma. Sus huellas. Lo persigue en las palabras y los silencios de su familia. En los objetos que dejó atrás. En las opiniones de quienes fueron sus colegas, compañeros e, incluso, en sus rivales en esa aventura que para otros era locura. En sus textos. En los recuerdos de quienes se cruzaron con él allá lejos, entre las montañas. Porque sí, Martínez viaja al Hindu Kush, a esas montañas siempre nevadas, para tratar de encontrar la verdad de un asesinato que seis años después seguía sin culpables. Y con un sinfín de preguntas. 'Sólo para gigantes' va y viene. Salta. De la vida de Magraner a la búsqueda de Martínez. De la obsesión por una leyenda a la obsesión por el buscador de leyendas. Del día a día del zoólogo que perseguía un sueño a las preguntas, sospechas y miedos del periodista, que mira a los ojos, pregunta y hasta convive con aquellos que, quién sabe si empuñaron el arma que segó la vida de Magraner. Y quién sabe si no podrían hacer lo mismo con él. De noche. En mitad de las montañas siempre nevadas en la frontera entre Pakistán y Afganistán. Buscar respuestas no es fácil. No es barato. No es inocuo. Las respuestas pueden ser más escurridizas que el barmanu. Pero su búsqueda es apasionante. Y eso es, exactamente, lo que cuenta este libro.

"La sombra del Fokker se tiende sobre laderas de montañas gigantes, la mayoría sin nombre. El pequeño avión de hélices avanza entre las anónimas cumbres inmensas que se erizan alrededor. Dicen que en la cordillera del Hindu Kush hay más de cuarenta picos por encima de los seis mil metros, majestuosas cimas que albergan lagos edénicos, glaciares, torrenteras de fábula y bosques vírgenes donde otra vida es posible. Más de cuarenta picos rebosantes de tesoros..., eclipsados para el mundo, sólo atento a la popularidad de 'los techos'. Noshaq, Istoro-nal, Saraghrar y el campeón, el único que en realidad se menciona y trasciende, el Tirich Mich. 
 Los techos. 
La altura les hizo merecedores de un nombre y, de esa forma, de un lugar en la memoria. 
 Es verano. Ni una nube. El sol ya quema, pero las nieves continúan perpetuas en las cimas de las moles que se encadenan encajonando la vida ahí al fondo, sugiriendo que, en los valles, todo está a su merced. 
 Ahí al fondo. 
 Se habla de talibanes emboscados tras la última ofensiva del ejército pakistaní. Se divisan llanuras imprevistas y hermosas. Se adivinan leyendas de las que nada se sabe al otro lado de esta empalizada geológica que preserva poblados poco más que medievales. Leyendas que hablan de descendientes de Alejandro Magno, de animales en extinción y de seres furtivos que se esconden para huir de los hombres. dicen que, ahí abajo, a veces es difícil discernir qué significa exactamente 'salvaje'". 

Título: Sólo para gigantes 
Autor: Gabi Martínez
Editorial: Alfaguara 
 Páginas: 406 
 Precio: 18,50€ 
 Procedencia: comprado


Comentarios

  1. ¿Y yo por qué pensaba que este hombre había muerto?
    En fin, que recuerdo cuando fue a Cuarto Milenio a presentar este libro. Me llamó muchísimo la atención la historia pero luego pensé que el tipo de libro no era para mí. Me equivoqué, no creía que escribiría así como lo cuentas. Pero bueno, nunca es tarde, los libros siempre nos esperan.
    Besotes Dorothy De la Quadra

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    Respuestas
    1. Norah, pues bien vivo está. De hecho, acaba de publicar libro, 'Un cambio de verdad', al que ya estoy deseando hincarle el ojo. Es una maravilla de libro. Es un reportaje de 400 páginas. Un libro de aventuras reales. Un thriller en el que no se descubre al asesino. Un canto a la libertad y a vivir persiguiendo un sueño, aunque éste sea una locura. Y sí, Gabi escribe como dios. Sincero, real, contundente y bonito. Además, aprendes un montón de cosas. Es inevitable ir a Google a buscar qué son los kalash, cómo es el paisaje del Hindu Kush, y Chitral, cómo contaron al noticia de la muerte de Magraner los diarios... Fascinante.

      Un besazo.

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