'Más allá del olvido', el recuerdo


@martatorresmol

Hay instantes, momentos, encuentros, da igual si muy cortos o medio largos, que se nos enquistan. Se nos meten dentro. No importa los años que pasen, siguen ahí, como si hubieran sido ayer. Y seguirán. Instantes, momentos, que nos persiguen. Que nos vuelven del revés de vez en cuando, justo cuando estamos más tranquilos, pensando que ya se han quedado atrás. Es entonces cuando nos asaltan, cuando vuelven, cuando, ayudados por el destino, juegan con nosotros. Y eso, un instante juguetón y travieso, es 'Más allá del olvido', del premio Nobel Patrick Modiano.

El instante, un instante de varias semanas, ocurre en París. En un París que imaginamos en blanco y negro. Un joven y pacato aspirante a escritor que malvive en una pensión y vendiendo libros conoce en un bohemio barrio a una pareja. Ella es Jacqueline, de la que queda embelesado, una joven que a pesar del frío del invierno en París lleva siempre una cazadora de piel demasiado fina y que sueña con vivir en Mallorca. Él es Gérard van Bever, un adicto al juego que parece ignorar la afición al éter de su chica. Algo en esa pareja, algo que intuimos pero que no sabemos exactamente qué es, le engancha. Desea estar con ellos, saber más de su vida, de su relación, qué hacen... Nunca sabe cuándo se verán. Ni siquiera cuando su relación con Jacqueline se hace más intensa y se ve metido, por gusto, por satisfacer los deseos de la chica que sueña con vivir en Mallorca, en un robo. Él les espera, les busca, les aguarda, pero nunca sabe cuándo aparecerán. Ni en qué estado. Ni si aparecerán. Ni, tampoco, en qué momento desaparecerán. O volverán a aparecer.

Modiano es parco, tacaño. Nos da los datos justos. No desperdicia ni una sola palabra. Hay que completar cada escena, cada frase, cada pensamiento de los protagonistas. Modiano sugiere. Expone. Te toca a ti hilvanar. Rellenar los huecos que dejan esos personajes raros y misteriosos, casi descarnados de sentimientos y emociones, que se le da tan bien tejer al Nobel francés. Él es avaro para que tu cerebro no lo sea. Para que le des vueltas a qué pasó con los años. Qué sentían de verdad los personajes. Si en algún momento se olvidaron de aquel instante. O los unos de los otros. O si le dieron la vuelta al olvido. Para que te plantees que, quizás, más allá del olvido está, de nuevo, el recuerdo.

"Ella era de estatura media, y él, Gérard van Bever, ligeramente más bajo. La tarde de nuestro primer encuentro, aquel invierno de hace treinta años, yo los había acompañado hasta un hotel del Quai de la Tournelle y luego me habían hecho pasar a su habitación. Dos camas, una cerca de la puerta, la otra bajo la ventana. La ventana no daba al muelle, creo que se trataba de una buhardilla".

Título: 'Más allá del olvido'
Autor: Patrick Modiano
Traductora: María Fasce
Editorial: Alfaguara
Páginas: 168
Precio: 16€
Procedencia: biblioteca

Comentarios

  1. De Patrick Modiano leí hace dos o tres años la "rue de boutiques obscures" (no sé como la habrán titulado en español, la via delle botteghe oscures, en Roma es donde está la sede del PCI). Estoy de acuerdo contigo que Modiano es un avaro dando datos. Te tienes que construir el libro tú, lector, pero eso le da una fascinación especial. Por cierto, si no recuerdo mal, la tal "calle de las tiendas oscuras" no sale ni una vez en el libro, pero el libro es absorbente y se lee con gusto, aunque te obligue a pensar. El que tú reseñas tiene buena pinta también.
    Un saludo romano

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    1. Sorokin, pues, por lo que cuentas, éste es más o menos. Te da los datos justos, precisos, para que tú vayas construyendo, lo que convierte la lectura en algo apasionante.

      ¿No me diga que se encuentra usted en Roma? (Si es así, envidieja que le tengo)

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    2. Pues no, lamentablemente estoy en Bruselas con un hombro roto en casa. Los saludos romanos eran un recuerdo de las "botteghe oscures".

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  2. "Dicen que no hay dolor peor que el olvido, pero duele más no poder olvidar", canta Malú y a mí esa frase se me clavó. Porque es así y porque a veces, incluso aunque sean recuerdos felices, salen en el momento menos apropiado e incluso duelen porque se han acabado, son recuerdos, son momentos que no volverán.
    Con Modiano me pasa que me da la impresión de que me va a dejar triste, muy triste y no me acabo de decidir. Me gusta que solo diga lo que hay que decir y nos deje el resto siempre y cuando el resto no sea demasiado grande y los huecos no sean abismales. No lo sé. Mejor después de Navidad.
    Besos, Dorothy Vargas

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    1. Norah, tranquila, Modiano es rácano, pero no miserable, tienes todas las piezas y el tamaño de los huecos depende de ti. Cuanto más intuitiva seas, más pequeño será el hueco. Triste triste no te deja precisamente porque sus personajes son un poco fríos y eso te protege, creo.

      Un besote.

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  3. No he leído nada del autor aún. Y eso de que sea tan avaro con los datos... No sé, no sé, que últimamente ando bastante espesa y necesito las cosas masticaditas.
    Besotes!!!

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    1. Margari, como le he dicho a Norah, es avaro, pero no miserable, la historia está completa, es labor tuya imaginar las emociones y sensaciones.

      Un besote

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  4. Ayyyy, Modiano..., llevo tiempo pensando en leerle. Me gustan los autores complicados, que te hacen pensar, darle vueltas al argumento, a los personajes, que tiran de tu propia imaginación y según cuentas, ese es Mediano. Terminaré leyéndole, seguro (no se cuando, pero caerá)
    Un placer leerte, como siempre
    Besos

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    1. Marian, pues lánzate con éste. Es un libro muy agradecido y, tan cortito, que, aunque pide leerlo con calma, se acaba en una tarde.

      Besos.

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