'Martin Eden', el aprendizaje


La noche en la que Martin Eden conoció a Ruth fue el principio de su fin. Pero decir eso es adelantarse más de 400 páginas en esta subyugante novela de Jack London en la que la naturaleza y el mar (la Mar), sus pasiones, están sin estar. Una novela que llevaba años deseando leer y que disfruté hace unas semanas entre sol, sal, algas y arena. En esta historia la aventura se intuye, se recuerda, se huele, pero, en realidad, todo ocurre en la civilización, entre cuadros y libros y trajes y cordialidad y enfrentamientos velados y estrictos modales y prejuicios y conflictos de clase. La noche en la Martin Eden conoce a Ruth es la primera vez en su vida en la que se siente sucio, en la que le sobran las madrugadas de jarana, las peleas portuarias, las mujeres de una noche, el sudor… Le sobran hasta esos músculos y esa rudez que, curiosamente, tanto perturban a Ruth en ese primer encuentro en un ambiente, una casa bien, al que no hubiera accedido de no haber salvado la vida del hermano de la dama. Así que ahí está él, un hombre guapo y atractivo, fuerte, sintiéndose pequeño ante la languidez y la cultura de Ruth. Hombre decidido, esa misma noche Martin decide no sólo que no será la única noche en la que sus ojos se encuentren con los de Ruth, sino que la próxima vez estará a lo que él considera su altura. Y así, el joven pasa las noches y los días leyendo todo lo que se supone que debe leer, empapándose de libros, aguantando las miradas de estupor que le dirigen, por su aspecto de marino perdido en tierra, en la biblioteca. Pero a él le da igual. Él quiere aprender, ser otro, salir de la pobreza y la incultura. Un camino que emprende sin pensar que, en ese mismo momento, se aleja de los suyos, de lo conocido, sin estar aún cerca de los otros, del estatus que desea alcanzar. Se aleja de sí mismo. La noche en la que Martin eden conoció a Ruth empezó a perderse. Su pasión por la lectura y la escritura (Martin Eden sueña con ser escritor y envía decenas de historias a editoriales y publicaciones) son pura vagancia para su familia, que no duda en acabar echándole de casa. El joven sufre como un condenado durante su aprendizaje, que le obliga a empeñar y desempeñar su abrigo y su bicicleta en un bucle del que parece no salir nunca, que le obliga a, de vez en cuando, volver a aceptar trabajos duros y sucios. Un aprendizaje que, como tanto ansía, le acerca a Ruth, aunque no como esperaba. Comparten lecturas y conocimientos, pero su procedencia y su origen es demasiado diferente y sus interpretaciones políticas y sociales de esos mismos conocimientos son, en consecuencia, totalmente opuestas. Hasta el punto que, en determinados momentos, el protagonista piensa con melancolía en las madrugadas de jarana, las peleas portuarias, las mujeres de una noche… Una historia apasionante. O dos, en realidad. Porque mientras London (el fantástico Jack London) nos mete en la nueva vida de Martin Eden, en su miseria y sus ambiciones, en esos rincones oscuros y pobres que puedes oler y de los que quieres salir, al mismo tiempo el lector no puede evitar viajar al pasado del protagonista, a su vida antes de la noche en la que conoció a Ruth, a un día a día de aventuras, de mares lejanos, de incertidumbre y de libertad, de lugares abiertos que huelen a sal y de los que no huirías.

“Abrió la puerta con una llave y entró, seguido de un joven que se quitó torpemente la gorra. Su rudo atuendo evocaba el mar, y era obvio que no estaba en su elemento en aquel espacioso vestíbulo. No sabía qué hacer con la gorra, e iba a guardarla en el bolsillo del abrigo cuando el otro se la cogió. Lo hizo en silencio, con naturalidad, y el joven se lo agradeció.”

Título: ‘Martin Eden’
Autor: Jack London 
Editorial: Alba 
Colección: Alba Maior 
Páginas: 430 
Precio: 30€ 
Procedencia: biblioteca del trabajo

Comentarios

  1. Leí "colmillo blanco" cuando tenía como doce años (yo, no el libro). Por entonces devoraba a Salgari y a Julio Verne. El libro de Jack London me abrió nuevos horizontes. Luego siguieron James Oliver Curwood, Herman Melville, Mark Twain e incluso le metí el diente a Faulkner (aunque no entendí un pimiento). En fin, que diríamos que Jack London me inició en las lecturas adultas. Así que le debo una.
    Besos

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    1. Sorokin, leí, como muchos, 'Colmillo blanco' cuando era adolescente. También 'El lobo de mar', que me gustó muchísimo. En mi caso, London también siguió a Verne, Salgari y todas las aventuras de 'Los Cinco' y 'Los gemelos' que encontré a mi paso. Mi paso a la lectura adulta fueron Stephen King, Robin Cook y William Shakespeare, de quien lo había leído todo antes de los 16 años. Ahora, de adulta, me ha encantado reencontrarme con este London que, sin desprenderse de lo que fue y de lo que conocemos de nuestras lecturas de infancia, es completamente diferente. Vale mucho la pena pagarla la que le debes.

      Abrazos

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  2. De mayor quiero tu trabajo, aunque solo sea por la biblioteca. Me gusta lo apasionado de la reseña porque eso quiere decir que la lectura también lo fue .
    No he leído nada de London y lo asociaba a relatos de aventuras más juveniles.
    Tengo que llevarme a este personaje.
    Besotes, guapa.

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    1. Norah, el diario en el que trabajo pertenece al grupo editorial Prensa Ibérica y al mismo grupo de empresas al que pertenece la editorial Alba. Por eso nos llegan muchos de sus fabulosos libros. Tenemos una pequeña biblioteca en la que estos volúmenes se mezclan con informes, memorias, catálogos de exposiciones... y que solemos usar como sala de entrevistas. Es apasionada porque, si te metes en el libro, no hay otra forma de hacerla. La pasión de Martin traspasa las páginas y la distancia temporal. Supongo que cuando cae un buen clásico entre tus pestañas aprecias de verdad porque es un clásico. Si has leído algunas de sus novelas juveniles, y te gustaron, creo que también te gustará ésta.

      Un besazo, bella

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  3. Se nota que disfrutaste con la lectura. Así que lo voy a apuntar, para que no se olvide.
    Besotes!!!

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    1. Margari, yo lo disfruté mucho. La verdad es que leí prácticamente seguidas 'Redburn', de Melville, y ésta, de London, y me apasionaron las dos.

      Besines

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  4. Siempre es un placer poder leer tus recomendaciones, los mejores libros que he leido los encontré aquí :)

    Besicos

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    1. Nieves, ¡No sabes lo contenta que me hace ese comentario!

      Un besazo

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  5. Vaya, tu reseña me ha atrapado de principio a fin, casi me he sentido cerca de los personajes y sin haber leído el libro! No lo conocía, no he leído nada de London pero salgo de tu blog con una deuda pendiente: este libro creo que me puede gustar mucho. 1beso!

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    1. Tizire, si no hubiera leído nada de London creo que empezaría por 'Colmillo blanco' o 'La llamada de lo salvaje' o 'El lobo de mar'. Aunque 'Martin Eden' es fantástica por sí sola, creo que esos libros hacen que llegues a ella de otra manera, con más poso, con algo en lo que asentarse.

      Un besote

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